La Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Washington incorporará en esta edición al presidente de Vox, Santiago Abascal y el portavoz del partido en el Congreso, Iván Espinosa.
El presidente de Vox está de gira internacional fortaleciendo alianzas con la derecha mundial. A principios de febrero estuvo en Roma en la Conferencia de Conservadurismo Nacional, invitado por el exministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, y el primer ministro de Hungría, el nacionalista Viktor Orbán, cuyo gobierno incentiva la multiplicación de las familias por medio de la deducción de impuestos.
“Somos un país moribundo”, dijo la ministra de salud de Italia en 2015 y la tendencia continúa. Europa no tiene niños. En España mueren más personas que las que nacen, tema que ya se aborda en los debates presidenciales de España. Pues una nación sin niños es una nación sin futuro. Y el único partido que propuso fortalecer a las familias, recortar impuestos y permitir la prosperidad para incentivar la reproducción, fue Vox.
Es decir, no desde el control ni los programas gubernamentales sino por medio de la libertad. Dicha libertad es diametralmente opuesta al socialismo que enfrenta Abascal y por tanto se reunió con el embajador del país más azotado por dicha ideología en Sudamérica: Venezuela.
En Washington DC. Un honor haber podido saludar al embajador de Venezuela en EEUU para establecer alianzas en favor de la libertad y la democracia tan necesarias para Venezuela y para España. pic.twitter.com/f2zY5ro0BS
— Santiago Abascal ?? (@Santi_ABASCAL) February 28, 2020
Esta línea de prevalecer a la familia, no al Estado, como eje de la sociedad y por tanto de la nación, va alineado con lo propuesto por los líderes conservadores con los que Abascal busca aliarse.
Está en la agenda además, reunirse con miembros de la administración Trump, Abascal y Espinosa viajarán a Nueva York, para reunirse con simpatizantes de Vox en el Centro Español de Queens.
El próximo 4 de marzo acto para simpatizantes de VOX en Nueva York.
???? pic.twitter.com/uHINWwwnOH— Santiago Abascal ?? (@Santi_ABASCAL) February 27, 2020
Vox es hoy la tercera fuerza de España. Creció de la misma manera que Donald Trump llegó al poder, por medio de su frontalidad frente a la corrección política, lo que Santiago Abascal llama la “dictadura progre”, que incluye la censura al lenguaje, la ideología de género, la lucha contra el aborto y la defensa de las tradiciones, sobre todo del campo, que es la parte más productiva del país.
Los medios masivos fueron totalmente adversos a Vox, durante la campaña de la misma forma con Trump. Lo cual solo potenció el respaldo de sus simpatizantes. Pues el cuarto poder, la prensa, mostró no ser la voz del pueblo sino de las élites políticas. Mientras que Abascal anunciaba ser la voz de la “España que madruga”, o sea del hombre trabajador.
En el caso de Trump, un multimillonario, su relato no iba tanto desde lo que él era sino de lo que ofrecía: más libertad, menos impuestos y por tanto, más trabajo y menos pobreza.
Y así fue, bajo la administración Trump el desempleo en EE. UU. llegó al punto más bajo de la historia (desde que se registra), menos del 3,6 %. La reforma impositiva logró no solo reducir impuestos y fomentar tanto el empleo como el aumento de salarios sino que incluyó la creación de zonas francas en barrios marginales, lo que inyectó 44 mil millones de dólares a las comunidades que ahora se llaman “zonas de oportunidad”.
El vínculo con Vox no es actual. Ya Iván Espinosa estuvo el año pasado como vicesecretario de Relaciones Internacionales de Vox en la conferencia de los conservadores de EE.UU.
Cabe mencionar que por primera vez en la historia se celebró un CPAC en Brasil, a cargo del diputado más votado de la historia del país grande de Sudamérica: Eduardo Bolsonaro.
De modo que no se trata de una cruzada unilateral de Vox, cuyo secretario general estuvo en Argentina convocando a Hispanoamérica a dar la batalla cultural, sino que la derecha mundial se está organizando para fortalecer alianzas soberanistas como freno a la intervención de organizaciones globalistas como la ONU, Unión Europea, etc.