La Corte Suprema de Justicia argentina se encuentra realizando audiencias para escuchar las opiniones de diversos especialistas sobre la polémica que generó el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que busca que las escuelas estatales tengan religión católica obligatoria dentro del currículo estudiantil.
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El debate legal comenzó hace unos años, cuando el Ministerio de Educación de esa provincia estableció la obligatoriedad de las clases de religión. A pesar de que gran parte de la población de Salta, como la mayoría del norte argentino, es católica, el grupo de abogados que cuestionó la medida justificó que si bien las familias de otros credos pueden tramitar la exclusión de sus hijos de esas clases, existe el riesgo de algún tipo de estigmatización por parte de los niños.
La batalla legal tuvo como protagonistas a ocho madres que presentaron un pedido de amparo, afirmando que la educación católica como materia vulnera “el respeto a la pluralidad” y que la verdadera intención detrás de todo esto es la de mantener la “hegemonía” del catolicismo.
PanAm Post tuvo un diálogo exclusivo con el filósofo Gabriel Zanotti, quien ha manifestado desde siempre un gran interés sobre las cuestiones educativas. Su opinión al respecto es que el debate en cuestión es solo una manifestación de un problema mucho más grande.
Para Zanotti la raíz del problema es la existencia de la educación estatal. “El problema no es que exista, o no, la religión obligatoria en las escuelas. El problema es el de la existencia de planes obligatorios por parte del Estado, pero lamentablemente parece que nadie se da cuenta de ello”.
Según el filósofo y escritor, dado que no existe un repudio en el país a la existencia de contenidos forzosos en materia educativa, siempre la autonomía provincial será menos mala que la centralización por parte del Estado nacional.
“La respuesta antipática desde una perspectiva libertaria a los que defienden la educación estatal y hoy se quejan de esto sería ‘joróbense ‘. Cuando existe la educación estatal un día puede ser la religión, otro día la vida de Fidel Castro o de Jorge Luis Borges“.