Lo que empezó con Bolivia parece que se repetirá con el resto de los países. En la jornada de ayer trascendió un conflicto entre los gobiernos de Mauricio Macri y Evo Morales, luego de que las autoridades bolivianas confirmaron que no brindarán un servicio de salud “gratuito” a los argentinos que se encuentren en el país y necesiten prestaciones médicas.
Como respuesta a esto, las autoridades de la provincia de Jujuy, limítrofe con Bolivia, manifestaron que se buscará evaluar un plan para que el Estado boliviano se haga cargo de los gastos de los ciudadanos que cruzan la frontera con la finalidad de atenderse en el sistema público argentino.
Hasta este momento, Argentina hizo siempre gala de “compromiso social” a la hora de defender el sistema de educación y salud pública, disponible (literalmente) para todo el mundo. Sin embargo, el agobiante déficit fiscal heredado del kirchnerismo parece haber traído algo más de responsabilidad al debate.
Proyecto en tiempo récord
Cuando el debate con Bolivia recién comenzaba a aparecer en los medios, los legisladores oficialistas del bloque de Cambiemos ya trabajaban en un proyecto de ley para replicar en el ámbito nacional la propuesta de la provincia de Jujuy: buscar un sistema de reciprocidad con el resto de los países, para que los argentinos gocen de los mismos beneficios que el país otorga. Ante una respuesta negativa, como ocurrió con en el caso de Bolivia, implementar un sistema de compensación de Estado a Estado. La propuesta es que se aplique para la utilización de los sistemas de salud y educación.
Desde el oficialismo ya manifestaron que avanzar en este sentido implica una actitud “justa y valiente”.
En declaraciones inusuales para lo que fue históricamente la política argentina, el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein se manifestó en favor del proyecto:
Argentina cuenta con una enorme tradición de salud gratuita y eso está consagrado por la Constitución, es parte de nuestra sana tradición de facilitar el acceso a la atención, pero la realidad es que la salud no es gratuita, alguien la paga; como dicen los americanos, no hay almuerzo gratis.
Detalles no menores a tener en cuenta
“Antes que nada, hay que reconocer que se haya asumido que no hay algo como la salud o la educación gratuita es realmente un logro,” dijo Alberto Medina Méndez, presidente de la Fundación Club de la Libertad, en diálogo con PanAm Post.
“Tanto se insistió que Argentina tenía salud gratuita… evidentemente gratuita no era, sino no estaríamos discutiendo esto. Este debate llega y tiene lugar porque gratis no era”.
Medina destacó que es un tema que debe ser abordado de manera muy delicada y responsable, para evitar cualquier arista nacionalista y xenófoba que pueda traer aparejada el debate en cuestión.
“Para avanzar con este tema hay que establecer concretamente los costos de las prestaciones, tratamientos o intervenciones quirúrgicas. Nosotros no tenemos parámetros ni siquiera del valor de lo que puede significar una consulta médica. La reciprocidad es positiva, pero hay que tener en claro estos asuntos antes de avanzar”, afirmó Medina.