Desde el regreso de la democracia en 1983 que la provincia de San Luis se encuentra bajo el liderazgo absoluto de dos hermanos: Alberto y Adolfo Rodríguez Saá.
Para poner en números la hegemonía familiar en la provincia, basta decir que de los últimos 35 años, los Saá estuvieron al mando, formalmente, del Ejecutivo provincial durante 29. El resto fue tan sólo un interinato y una gobernación de un exaliado. Igualmente durante esos 6 años, los dueños de la provincia fueron los mismos de siempre.
Mientras uno ocupaba el cargo de gobernador, el otro ocupaba algún cargo legislativo en el ámbito nacional representando a San Luis, pero la alianza, hasta hoy, se había mostrado invulnerable. Esta semana la expresidente Cristina Fernández los llevó al enfrentamiento público.
En la elección legislativa de 2017 todo parecía indicar que los Saá habían cumplido un ciclo, ya que cayeron 20 puntos por debajo de un exaliado que se animó a enfrentarlos representando a Cambiemos. Pero de agosto a octubre, con todo el poderío del aparato estatal, Adolfo Rodríguez Saá dio vuelta el resultado en la elección para el senado, bajo la gobernación de su hermano Alberto.
A pesar de pertenecer al peronismo, los Saá nunca compartieron filas con el kirchnerismo mientras gobernaron el país (2003-2015). Inclusive los han enfrentado electoralmente en reiteradas ocasiones.
Pero recientemente Alberto, sorpresivamente, se acercó al espacio de Kirchner. El episodio que confirmó la vinculación, fue nada más y nada menos, que la presencia del gobernador en la cárcel para acompañar a Milagro Sala durante Nochebuena.
En el mundillo político se comentó que el actual senador, Alberto, no estaba conforme con este alineamiento. Esta semana las diferencias quedaron expuestas y fueron hecho públicas por los mismos protagonistas.
Los hermanos sean unidos, hasta que aparezca el kirchenrismo
Alberto, actual gobernador y nuevo aliado de Cristina, compartió un video en redes sociales donde anunció el “Encuentro por la militancia” donde participarán varios dirigentes del kirchnerismo.
Adolfo, que aspira dejar el Senado para volver al Ejecutivo provincial sucediendo a su hermano (en una provincia donde el kirchnerismo no tiene peso ni genera grandes adhesiones) no dudó y compartió un segundo video sobre el evento, pero en vez de invitando al mismo, prácticamente boicoteándolo:
“Los peronistas de San Luis estamos unidos, sólidamente unidos. El partido Justicialista de San Luis está sólidamente unido. El Frente de Unidad Justicialista también está unido. La Reunión de la Militancia nos divide. En consecuencia desde el Partido Justicialista, queremos informar que no somos organizadores. No somos anfitriones. No hemos sido invitados. No participamos de ninguna manera”.
¿Quiebre sin retorno?
El año próximo se realizarán las elecciones provinciales, en coincidencia con las nacionales. Alberto ya lleva dos períodos consecutivos a cargo del Ejecutivo puntano y su hermano, Adolfo, tiene intenciones de reemplazarlo, pero lejos del kirchnerismo.
Todavía no es claro si los hermanos podrían terminar compitiendo electoralmente, ya que una división de esa naturaleza podría dejarle servida la provincia al macrismo. Habrá que esperar por los futuros acontecimientos de esta inédita situación, pero todo puede ser posible en el ámbito político argentino, sobre todo dentro del peronismo.