El físico argentino Antonio Gentile, al que se lo consideró como desaparecido durante el último Gobierno militar (1976-1983) y que la semana pasada dio señales de vida en los Estados Unidos, sigue dando que hablar.
Resulta que la versión que se manejaba decía que antes de su supuesto secuestro y desaparición (que nunca tuvo lugar) él había vuelto al país a pedido de sus padres en 1977 para averiguar el paradero de su hermana, que estaba desaparecida, presuntamente por el Terrorismo de Estado.
En comunicación con su universidad, Gentile aclaró que estaba bien en los Estados Unidos junto a su familia, que jamás había sido secuestrado, pero la información todavía indicaba que en aquella visita a la Argentina él había estado averiguando por el paradero de su hermana desaparecida. Pero ante estos trascendidos, Gentile se comunicó con un periodista de la provincia de Río Negro, amigo de su adolescencia, para volver a desmentir la historia.
Peter Thieberger, en las últimas horas, se comunicó con la prensa y aseguró que su viejo amigo le aseguró que no tiene ninguna hermana desaparecida, y que la que tiene está viva y reside en EE. UU. “Me dijo que la que tuvo problemas en la dictadura fue su cuñada, pero que ella está bien, viviendo también en Nueva York”, aclaró Thieberger a la prensa.
Dado que la información de que Gentile se encontraba con vida fue brindada por su casa de estudios, y la última novedad acerca de su hermana fue transmitida por su amigo, todavía nadie habló con el físico y no se sabe el motivo de tantos años de silencio sobre su caso. Al día de hoy se desconoce si Gentile ignoraba su estatus de desaparecido o si por una razón decidió no comunicar que se encontraba con vida en el exterior.
Una historia que volvió a abrir el debate sobre los 70
Gentile, nacido en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires en 1933, y figuraba entre los desaparecidos de la última dictadura militar y los últimos datos que se barajaban era que habría sido secuestrado luego de unas supuestas averiguaciones por su hermana desaparecida, historia que también fue desmentida por el físico radicado y jubilado en los Estados Unidos.
El nombre y la imagen de Gentile fueron usados en varios homenajes a las víctimas de la dictadura que contaron con presencias de la importancia de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y el exjuez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni, alineado político a la expresidente Cristina Fernández de Kirchner.
Las organizaciones de derechos humanos que rindieron homenaje durante años a Gentile, no han dicho absolutamente nada sobre su aparición. Esta actitud, que pareciera que se limita a las actividades políticas que puedan capitalizar, ha generado un repudio en gran parte de la opinión pública que por estos días se pregunta los motivos de un silencio vergonzoso.
“Esto requiere un análisis profundo sobre el conteo de los desaparecidos”
Victoria Villarruel del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas, manifestó que “como cualquier ciudadana” celebra la aparición con vida de una persona a la cual se la consideraba desaparecida hace 41 años, pero piensa que “esta situación tan atípica” requiere un “análisis más profundo” sobre la forma en que se realizan los listados de los desaparecidos.
“Personajes públicos como Carlotto hablaban de su desaparición con su foto como estandarte y ante esta situación es inevitable preguntar qué rigor tienen las afirmaciones de estas personas y las organizaciones que integran cuando no es el primer caso de alguien que figura como desaparecido y está vivo”.
Para Villarruel, “el silencio de las personalidades de las organizaciones de derechos humanos es vergonzante, ya que siempre están proclives a hacer declaraciones y ante este fraude no han emitido una palabra”.