La nueva experiencia española podría resumirse hasta el momento como que una cosa es socialdemócrata electo por las urnas y otra es puesto por los votos de Podemos y la izquierda en el Parlamento. Antes de comenzar a ejercer su nuevo rol, ya trascendió que el Gobierno de Pedro Sánchez planea una fuerte suba de impuestos, asignaciones “sociales” y hasta un nuevo ministerio: el de “igualdad”.
Ante una opinión pública adormecida, día a día va desapareciendo de la agenda la posibilidad de un llamado a elecciones y ya se habla de un mandato de dos años de las nuevas autoridades. En el “círculo rojo” español admiten que si no hay una reacción urgente, la izquierda y los podemitas “van por todo”.
Ministerio de la Igualdad
Esto no es una novedad en España. Ya el PSOE lo había instaurado bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2008. La finalidad del ministerio era poner en funcionamiento y coordinación diversas leyes como la de “Igualdad”, la de “Violencia sobre la Mujer” y diversas políticas públicas relacionadas con los jóvenes. La creación del Ministerio de Igualdad se cobró varias competencias del Ministerio de Trabajo y asuntos sociales, pero solo duró un poco más de dos años. En octubre de 2010, en una reestructuración del Poder Ejecutivo, el joven ministerio quedó relegado a una secretaría. La misma funciona hasta el día de hoy dentro del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
Ahora, el nuevo Gobierno apunta a devolverle el breve estatus que tuvo entre 2008 y 2010 y volver a hacerlo ministerio. Aunque por ahora se habla de solo un partido en el poder y no hay ninguna confirmación de posibles coaliciones, estas medidas son leídas por los analistas como un “guiño” hacia Podemos, en la búsqueda de estabilidad y gobernabilidad.
Ingreso mínimo vital
En sintonía con la Asignación Universal por Hijo del kirchnerismo en Argentina, las nuevas autoridades evalúan un impuestazo para financiar su proyecto de IMV. Con la equivocada teoría que los impuestos que recaen sobre las grandes empresas no castigan a los más necesitados (como si los ellos no impactaran contra el nivel de inversión y empleo), los socialistas ya saben donde buscarán los recursos.
Al sector empresarial piensa aumentarle los impuestos por 4.000 millones de euros, y entre las cosas que harán para conseguirlos se habla de una suba del 17 % en el Impuesto a las Sociedades y un 15 % sobre el resultado contable de las multinacionales. A la banca se la cargará con un 8 % más, monto que esperan utilizar para sanear el rojo de la Seguridad Social actual en España.
El gas oil y la nafta también serán castigados por el nuevo Gobierno, sector al que apuntan extraerle 600 millones de euros por año. Según economistas españoles, esto podría traducirse en un aumento de hasta 9 euros más por cada litro de diésel para los usuarios.
La reforma laboral, por ahora no se toca
Uno de los temas que generaba más incertidumbre por estas horas, era la posibilidad de que España de marcha atrás con la reciente reforma laboral, cosa que fue desestimada por el nuevo presidente. Lo que pudo haber causado un serio retroceso en las últimas mejoras de los indicadores de la economía española finalmente no tendrá lugar, pero sí se esperan cambios en la regulación del trabajo. Las nuevas autoridades tienen en mente un nuevo programa de negociación colectiva, para quitarle peso al convenio de empresa vigente en la actualidad.