Una vez más el papa Francisco causa polémica en Venezuela y el mundo tras reunirse con el expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, para supuestamente conocer los pormenores de las fraudulentas elecciones presidenciales.
El papa que debería tratar de ser imparcial y justo, cada vez más demuestra su talante socialista y a favor de la dictadura en Venezuela, pues decidió convocar a Zapatero, quien se ha mantenido al servicio de Nicolás Maduro.
Más de 20 países han manifestado su repudio al fraude electoral en Venezuela y admiten que en el país suramericano hay dictadura; asimismo solo nueve gobiernos se han mostrado a favor de Nicolás Maduro; mientras hasta ahora el Vaticano ha decidido callar y no condenar el hecho de que el régimen haya buscado perpetuarse en el poder.
El papa Francisco, en vez de reunirse con sus propios obispos venezolanos que han denunciado la crisis en el país suramericano, decidió convocar a Zapatero, quien ha dejado claras evidencias de trabajar para Maduro.
En medios vaticanos se reseñó que el motivo del encuentro fue recibir informaciones sobre la crisis de Venezuela; sin embargo, se desconoce si el político español se ha limitado a contar sus impresiones o si le ha llevado al papa algún mensaje confidencial de Maduro.
Zapatero fungió como supuesto “observador internacional” del fraude electoral. Al término de la jornada declaró que se dio de forma pácifica y exitosa.
El expresidente español omitió todo el ventajismo que tuvo el oficialismo, y todos los métodos de chantaje y amedrentamiento que implementó la dictadura para obligar al voto chavista. Zapatero ignoró además que para estas supuestas elecciones no hubo participación de la oposición debido a que sus principales líderes fueron inhabilitados.
Ya el gobierno de España señaló que “Zapatero no lo representa”. Desde el Ministerio de Exteriores se calificó la posición del exmandatario español como “inexplicable” y se aseguró que su intento de mediación “ha perdido toda la credibilidad” ante el propio pueblo venezolano y ante las instancias internacionales.
Pero aún así el papa Francisco convoca a Zapatero para conocer los detalles de unas “elecciones” que ante los ojos del mundo son ilegítimas.
Cabe destacar que el reconocido periodista venezolano Nelson Bocaranda, publicó otra versión de los hechos en su portal web Runrun.es. Señaló que la reunión privada entre Zapatero y el Papa Francisco habría sido solicitada para de nuevo explorar la posibilidad de liberación de los presos políticos, algo que hace casi tres años prometió Maduro al Pontífice; esto debido a que el Vaticano estaría reconociendo al expresidente español como el representante del chavismo fuera de Venezuela.
Asegura además que el máximo representante de la Iglesia Católica estaría insistiendo para que el dictador de Venezuela acepte la ayuda humanitaria con el fin de paliar de algún modo la crisis.
El silencio cómplice del papa Francisco
El papa Francisco, principal líder de la Iglesia católica, se ha mantenido al margen de la crisis en Venezuela a pesar de que el dictador Nicolás Maduro ha calificado a los obispos como “diablos con sotana”.
Francisco ha evitado dar declaraciones. Cuando ha tenido que referirse sobre Venezuela lo ha hecho por la presión de la opinión pública y de la misma iglesia. Además, se le ha visto muy sonriente al lado de Maduro, de los Castro (Cuba) y de Cristina Kirchner.
El máximo representante de la Iglesia católica no solo se ha reunido con Maduro para bendecirlo, sino que también auspició un diálogo político infructuoso, el cual tuvo que abandonar tras ser testigo de que la dictadura no cumpliría con los compromisos allí asumidos.
Del papa nunca se ha escuchado una condena contra la crisis del país suramericano, donde cientos de venezolanos mueren por la escasez de alimentos y medicamentos; tampoco ha condenado las fraudulentas elecciones. La verdad es que, a simple vista, los obispos venezolanos parecen abandonados por el Vaticano.
En enero, Francisco viajó a Chile y a Perú e ignoró el grito de miles de migrantes venezolanos que acudieron a él para implorarle al menos una “oración”.
En esa oportunidad, José Miguel Vivanco, director de la ONG internacional Human Rights Watch, calificó con un tono irónico de “impresionante” el “compromiso con los DD. HH.” por parte del papa Francisco.
A menos kilómetros de Venezuela que “del Congo”, Francisco prefirió pedir el fin de la violencia en el país africano y no hacerlo en relación con las violaciones a los derechos humanos por parte de la dictadura en Venezuela.
La verdad sobre Zapatero
Fue en 2015 cuando José Luis Rodríguez Zapatero decidió participar como un supuesto mediador de diálogos en Venezuela.
Con él se multiplicó el número de presos políticos y la represión en el país suramericano. Zapatero se convirtió en un instrumento que a nivel internacional buscó “lavarle la cara al régimen dictatorial”.
En febrero la eurodiputada Beatriz Becerra, vicepresidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, “desnudó” con una carta al expresidente de España, a quien calificó como un empleado del régimen de Maduro.
La misiva fue publicada por el diario español El País y dejó en evidencia que Zapatero no medió en el diálogo político entre el chavismo y la oposición, sino, por el contrario, trabajó a favor de la dictadura en Venezuela.
Becerra redactó su misiva en respuesta a una carta que el expresidente español envió a la oposición venezolana. Una especie de súplica en la que exigía que la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) estampara su firma para validar un acuerdo completamente parcializado a favor del régimen y sus exigencias.
La eurodiputada no calló lo que es un secreto a voces, y aseguró que el exmandatario español “está al servicio del régimen”. También fue enfática en calificar las negociaciones en República Dominicana como un falso diálogo y aseguró que el fracaso no fue culpa de la oposición que decidió “intentarlo”.
Culminó su carta con una fuerte crítica contra Zapatero al referirse a las sanciones internacionales que han impuesto los gobiernos demócratas contra la dictadura en Venezuela.
“Usted debería saber que no ha habido ninguna sanción contra Venezuela, sino contra siete jerarcas, siete elementos del régimen de corrupción, violencia y represión totalmente probadas. Que usted se permita hablar de sanciones “contra Venezuela” es la prueba definitiva de que está al servicio del régimen. Deje de avergonzar a España y a la Unión Europea”, sentenció.