La empresa china Huawei contó en primera persona uno de los motivos principales por el que el gradualismo de Cambiemos no ha dado resultado. Allá por diciembre de 2015, cuando Mauricio Macri se hizo de la presidencia argentina tras el kirchnerismo, las nuevas autoridades decidieron que no había espacio para una reforma profunda. El plan que se llevó a cabo fue el de una reducción muy lenta del déficit, para evitar críticas y cuestionamientos políticos, y esperar la suerte en otras dos variables: que la imagen del nuevo gobierno atraiga inversiones masivas y que el mundo siga brindando financiamiento barato. Las dos importantes cuestiones que el macrismo dejó libradas al azar fracasaron y el Gobierno tuvo que salir corriendo a pedir auxilio al Fondo Monetario Internacional.
Claro que no es culpa de Macri la política monetaria de Estados Unidos y su impacto en las tasas de interés, pero si merece algún cuestionamiento la ingenuidad del Gobierno, que creía que con el cambio de mando vendrían los capitales. Sin reformas impositivas y laborales, a las empresas le importó poco si el ocupante del sillón de Rivadavia era Macri o Cristina. Jim Xu, alto directivo de Huawei, comentó los motivos por los que su compañía decidió no aumentar la inversión en el país. El presidente argentino debería tomar nota.
“Argentina es difícil y diferente al resto de los países”, advirtió Xu. Aunque el vicepresidente global de Marketing y Servicios de Venta de la empresa asiática reconoció que no se irán del país, resaltó que son muy “cautos” antes de considerar incrementar la inversión en Argentina. “A comienzos de este año pensábamos ampliar mucho nuestros negocios en Argentina, pero desafortunadamente hemos cambiado de idea porque la depreciación de la moneda es muy fuerte”, indicó el funcionario de la empresa que tiene presencia en 170 países del mundo.
Xu, en diálogo con el portal Infobae, manifestó que el país tiene impuestos “muy especiales” y “terriblemente elevados” que perjudican a los consumidores y alejan a la empresa del país, ya que los productos terminados reflejan “precios excesivamente altos”.
El vicepresidente para el mundo de Huawei hizo referencia también a los productos de unos principales competidores: Apple. “El mismo dispositivo según se lo compre dentro o fuera de Argentina cambia radicalmente el precio. Y es astronómica la diferencia, es dos o tres veces más caro”. Según el empresario chino, estas distorsiones hacen que los productos que se venden en el país no sean los mejores. “Sólo nos queda pensar en un producto que se pueda vender en ese contexto. Hay productos de tecnología disponible que pasan a ser imposibles en Argentina”.
Paradojas del estatismo argentino, la empresa que contrató a Lionel Messi para ser la cara de sus productos reconoce que no piensa poner un peso más en el país y que a los argentinos le venden productos de segunda y tercera categoría. Es momento de un cambio de modelo económico en el país. El populismo estatista fracasó y la tibia reforma gradual también.