El exfuncionario del ministerio de Planificación Federal que fue detenido en 2016 mientras buscaba ocultar en un convento USD $9 millones ratificó que la persona que le dio la orden de “mover la plata” fue el exsecretario de Cristina Kirchner. José López, en su declaración en el juicio oral y público, donde aceptó colaborar como arrepentido, reconoció que fue Fabián Gutiérrez (que también había sido secretario de Néstor Kirchner) el que le dio la orden.
Ante el Tribunal Federal Oral 1, López aseguró que en mayo de 2016 fue citado a una reunión por Gutiérrez, quien le manifestó que necesitaba “mover una plata de Daniel Muñóz” (secretario de los Kirchner que supuestamente recibía el dinero de las coimas de la obra pública). Según su declaración, el colaborador de la expresidente le dijo que necesitaba que se cumpla “perfectamente con este operativo”, porque si no las consecuencias podrían ser “tremendas” para él y su familia.
López, que en su declaración inicial no había dicho a quién le pertenecía el dinero, resaltó que tenía miedo de una posible represalia de la expresidente. “Es muy vengativa”, declaró.
Para dolor de cabeza de Cristina, Fabián Gutiérrez también solicitó acogerse al régimen del testigo colaborador, usualmente denominado como “arrepentido”. Ya en su primera declaración reconoció que en los vuelos al Calafate había un espacio destinado a los bolsos donde solamente Néstor Kirchner podía acceder.
Al departamento de Barrio Norte, que recientemente fue allanado por la justicia, según los cálculos del juez Bonadío, se hicieron 87 entregas de dinero de la corrupción. El monto que se habría guardado en el domicilio porteño de Cristina sería cercano a los USD $70 millones.
Grieta en el macrismo por caso Cristina
La diputada oficialista Elisa “Lilita” Carrió arremetió duramente contra el ministro de Justicia del Gobierno. Aunque ambos pertenecen al mismo espacio, la legisladora dijo que podría impulsar el juicio político contra el funcionario de Mauricio Macri. La discusión giró en torno a una posible detención de Cristina Fernández, ante la catarata de evidencia en su contra. El ministro Germán Garavano manifestó que no es “bueno” pedir la detención de un expresidente y que en Argentina existe un uso “errático” de la prisión preventiva.
Para Carrió los dichos del ministro de Justicia son una “vergüenza” para la república y la división de poderes. Luego del entredicho entre las dos figuras macristas, el que se retractó fue Garavano, que dijo que sus palabras fueron “en general” y que no hacía referencia al caso concreto de Kirchner.