
Los cuadernos del chófer de Roberto Baratta, funcionario del Ministerio de Planificación Federal kirchnerista, amenazan a la expresidente argentina. Las anotaciones de Oscar Centeno en unos cuadernos que ya están en poder de la justicia, revelaron que las coimas y sobornos de la obra pública llegaron al domicilio particular de Cristina Fernández de Kirchner.
En la jornada de ayer se confirmó que la exmandataria debería presentarse a la ronda de indagatorias como acusada, pero en las últimas horas se supo que el juez federal Claudio Bonadio presentará un pedido de desafuero contra la senadora nacional de Unidad Ciudadana.
Por sus fueros como legisladora nacional, si Cristina no se presenta por sus propios medios el 13 de agosto para declarar, no podrá ser llevada por la fuerza. Tampoco se le puede dictar presión preventiva ni allanarle su domicilio. Para esto, el Senado debería aprobar su desafuero y los votos peronistas son indispensables para llegar al número necesario.
Si bien la posición tradicional en el Congreso por parte del Justicialismo es no votar ningún desafuero sin una sentencia firme, lo cierto es que el peronismo, que desea renovarse, necesita imperiosamente “sacarse de encima” a la expresidente. Es por esto que a estas horas es todo un misterio el posible accionar de los exaliados de Kirchner. También hay que tener en cuenta las conveniencias del oficialismo, que si bien recibe con alivio estos escándalos en medio de una crisis económica, necesita de Cristina compitiendo el año que viene. La imagen de Kirchner tras las rejas sería para Macri una victoria peligrosa. Si bien mostraría ante sus votantes que fue a fondo con la corrupción del último Gobierno, estaría dejando fuera de competición a la jugadora que le divide al voto opositor.
Detenidos y arrepentidos
Luego de la detención de Baratta, Oscar Centeno, que detalló la entrega de dineros de la corrupción cuando se desempeñaba como chófer, decidió echar a su abogado y acogerse a la figura de “arrepentido”. Desde esta mañana Centeno está colaborando con el fiscal Carlos Stornelli en los tribunales de Comodoro Py. Por razones de seguridad, el piso donde se encuentra prestando declaración fue totalmente desalojado.
Hasta el monento hay 13 detenidos, pero la colaboración de Centeno con la justicia parece indicar que esto recién empieza. En la mañana de hoy varios medios del mundo se refirieron al escándalo como el “Lava Jato argentino”.
La mujer que destapó la olla
Hilda Horovitz es la exmujer de Centeno. Fueron pareja durante nueve años, pero la relación se terminó hace aproximadamente dos años por motivos que se desconocen. Sin embargo, Horovitz decidió dar luz al escándalo y facilitó a un periodista del diario La Nación los cuadernos de Centeno. Hoy la plana mayor del kirchnerismo está contra las cuerdas y se pregunta cómo un conflicto de alcoba de un chófer de un funcionario puede llevarlos finalmente a prisión.