Una vez más los reclamos sindicales de Aerolíneas Argentinas volvieron a dejar pasajeros varados y aeropuertos colapsados. Las agrupaciones gremiales decidieron redoblar la apuesta ante un gobierno que oficia de comentarista político, como si fuera un bloque legislativo opositor minoritario con una o dos bancas de capital político.
Recientemente, ante los desastres reiterados por parte del personal de la “aerolínea de bandera”, el presidente, Mauricio Macri, llamó la atención sobre lo injusto que es que los contribuyentes más pobres dediquen recursos fiscales para cubrir el pasivo de una empresa estatal, que ni siquiera utilizan. Si el líder de Cambiemos esperaba que sus palabras tengan un efecto disuasivo en los sindicatos, se equivocó. Esta semana volvieron las huelgas, las reprogramaciones, los vuelos cancelados y los pasajeros perjudicados.
Con el tema sobre la mesa, durante el debate de ayer del programa Animales Sueltos, el economista y posible candidato presidencial José Luis Espert no anduvo con vueltas: “Hay que cerrar Aerolíneas Argentinas”.
Mientras el conductor, Alejandro Fantino, y la panelista Romina Manguel comentaban la suspensión de 376 empleados de la empresa, Espert interrumpió: “Tenés que cerrar Aerolíneas”.
En su argumentación, el autor del bestseller “La Argentina devorada“, indicó que “los Estados que progresan se dedican a hacer otras cosas y no a tener aerolíneas de bandera”. Ante la pregunta del panel sobre cómo se solucionaría el problema de los destinos no rentables en una situación de mercado, Espert dijo que en todo caso se subsidien esos destinos en particular, pero que no hay “razón económica” para mantener Aerolíneas Argentinas. “Es una empresa que pierde y siempre perdió plata”, indicó.
“Está totalmente infectada por estos sindicatos mafiosos que se cagan en la gente. Tenés cada dos por tres 20 mil pasajeros varados en todo el país y los pasajeros no son extraterrestres. Somos nosotros, son los chicos que van a ver a la familia. Del otro lado de los sindicatos hay gente a las que le arruinan la vida”.
Para Espert, cambiando el rumbo económico del país, las empresas privadas de todo el mundo se “matarían” por venir a ofrecer sus servicios a Argentina.
La gestión del kirchnerismo y el incremento de empleados
Luego de la estatización de la empresa a manos del último gobierno, al igual que en el resto de las dependencias estatales, Aerolíneas Argentinas incrementó exponencialmente el número de empleados. El autor del libro “Aerolíneas Argentinas 2000 días de pérdida”, Franco Rinaldi, confirmó el dato en su investigación. La aerolínea de bandera estatizada tenía 7 mil empleados en su planta, cifra que “voló” a 11.500 durante la gestión de Mariano Recalde.