Las autoridades argentinas interpretan que este es el momento ideal. En vísperas de la asunción de un nuevo mandato, en el equipo de Mauricio Macri coinciden en jugar fuerte para dejar en evidencia que en Venezuela se consolidaría un gobierno “totalmente ilegítimo”. Días después de la confirmación de que el Grupo Lima desconocerá la legalidad de un nuevo período de Nicolás Maduro, Argentina se suma a las presiones que tendrán implicancias tanto políticas como económicas en contra de los funcionarios del régimen.
La batería de medidas que se confirmarán en los próximos días incluyen complicaciones para los dirigentes de la dictadura que deseen ingresar a la Argentina. Por estas horas, Macri y equipo evalúan la solicitud de una visa especial y no se descarta la posibilidad de que finalmente se les niegue el ingreso directamente. En este sentido, se podría no renovar la acreditación para los diplomáticos venezolanos que se encuentran cumpliendo funciones en el país.
También se establecerían alertas financieras para los movimientos de cuentas bancarias de los funcionarios chavistas y Argentina podría llegar a rechazar todos los préstamos de organismos financieros internacionales hacia el Gobierno de Nicolás Maduro, si insistiera con permanecer en el poder.
Dado que los ciudadanos venezolanos tienen entrada libre al país, incluso algunos beneficios para trabajadores y estudiantes, las autoridades argentinas diseñan un detallado listado de jerarcas que podrían querer ingresar al país con sus documentos comunes. La lista de los funcionarios a los que se les podría prohibir la entrada la tiene en su poder la Cancillería y se cruzaría con la información que maneja la agencia de migraciones, dependiente del Ministerio del Interior.
Actualmente, en Caracas no hay embajador argentino y funciona un pequeño servicio diplomático encabezado por el Encargado de Negocios, Eduardo Porretti. Al hombre de Macri lo acompañan tan sólo dos funcionarios más. Sin embargo, el Gobierno argentino no tiene intenciones de traer a los tres representantes de vuelta, ya que considera que si se cierra esa pequeña sede los resultados podrían ser contraproducentes. Desde allí se ha colaborado con la salida de varios disidentes que necesitaban huir del país, por lo que la posición de las autoridades argentinas es mantener al equipo de Porretti en Caracas. Habrá que ver si el régimen toma represalias con esta representación argentina luego de que se confirmen las medidas que se evalúan por estas horas.