Cuando las Madres de Plaza de Mayo marchaban frente a la Casa Rosada durante la última dictadura militar, el Gobierno de entonces tenía un speech concreto para justificar la guerra sucia. Había un imperialismo que buscaba eliminar a la Argentina como se la conocía y dentro del país habían elementos terroristas que buscaban implementar un modelo autoritario. Claro que ese imperialismo no era el norteamericano, sino su contracara soviética, que terminó desapareciendo con la caída del muro.
Si hoy vamos a los documentos de Madres de Plaza de Mayo, los argumentos que encontramos para defender al chavismo son prácticamente los mismos. Hay un enemigo externo, hay cómplices internos, hay un proyecto golpista y entonces se debe hacer la “vista gorda” ante ciertas cuestiones y continuar apoyando a Nicolás Maduro. Jorge Luis Borges advirtió que había que tener cuidado al elegir a los enemigos, porque uno terminaba pareciéndose a ellos.
En la jornada de ayer, y a una semana del exabrupto de las pistolas Taser (Bonafini pidió probarlas en la hija de Macri de 7 años) la titular de las Madres volvió a dar la nota. Parece que sus tradicionales presentaciones de los jueves se convirtieron en una seguidilla de hechos bochornosos que generan indignación en la mayor parte de la sociedad. Según Hebe de Bonafini, lo que sucede en Venezuela es que existe una “democracia pura” que unos pocos malvados desean acabar.
“Este jueves se lo estamos dedicando al pueblo venezolano, a la democracia venezolana, a ese pueblo que supo votar pese a todo y contra todo”, indicó. Para ella, la mayoría del mundo apoya al régimen, salvo “4 o 5 países” impulsados por Estados Unidos. “Maduro sigue y sigue y sigue, y ganó porque lo eligió el pueblo. No es un invento es democracia pura. Fue votado por un pueblo que sabe votar, un pueblo que no se equivocó”, resaltó.
La defensa del régimen chavista de a poco se fue quedando sin voceros en Argentina, ante la realidad que es cada vez más difícil de ocultar. Solamente sectores afines al kirchnerismo continúan defendiendo lo indefendible. El senador peronista Miguel Ángel Pichetto en la jornada de ayer volvió a arremeter contra Cristina y eligió a la dictadura venezolana para utilizarla como ejemplo. “Hay que tener cuidado con los proyectos extremistas que buscan seguir los pasos del chavismo”, resaltó el legislador.
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“Hebe Bonafine”
Cuando terminó el proceso kirchnerista y asumió Cambiemos, las auditorias de varios proyectos donde estuvo involucrada Bonafini arrojaron irregularidades. El programa “Sueños Compartidos” destinado a la construcción de viviendas sociales tuvo desvíos de fondos millonarios y Bonafini está a un paso del juicio oral. Cuando la justicia comenzó a citarla y a pedir explicaciones, el mismo Maduro salió a defenderla desde Caracas, pero sin tener siquiera en claro de como se llamaba.