Si alguien de cualquier lugar del mundo visita la Argentina y ve la tapa de los diarios, seguramente tenga problemas en comprender como una gestión con estos resultados en el ámbito económico pretenda un segundo mandato. Pero todo es posible en este rincón del mundo. El kirchnerismo, que terminó repudiado por la mayoría de los argentinos, hoy vuelve a ser opción para muchas personas, y el macrismo, que vino a dejar atrás a Cristina Fernández, hoy la necesita más que nunca para justificar su existencia.
Las nuevas estadísticas oficiales una vez más le dieron una cachetada a Mauricio Macri. El mismo presidente que les devolvió la credibilidad que había destruído el kirchnerismo, hoy no sabe que hacer con los números que recibe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Según el INDEC, el desempleo llegó al 9,1% en el cuarto trimestre del año pasado, lo que significa que en Argentina hay aproximadamente 1.753.000 personas que no encuentran trabajo.
A la hora de las comparaciones con resultados anteriores, las dificultades para el oficialismo se incrementan. La misma medición, pero a finales de 2017, había arrojado un 7,2%, lo que confirma un serio retroceso. Este 9,1% de desempleo es la peor cifra que registra el país desde 2005, luego de la grave crisis de 2001-2002. Con estos números, el Gobierno tiene hasta problemas para discutir con el kirchnerismo, que a pesar de todas sus distorsiones y la insustentabilidad absoluta del modelo, tenía menos pobres, menos desempleo y menos inflación.
Dos de los mayores distritos donde más pega el desempleo son Gran Rosario, con 12,8%, y el Gran Buenos Aires, con 11,4%. El informe muestra que, además del alto número de personas desempleadas, hay casi 370.000 personas “subocupadas”, es decir, con trabajos informales y serias dificultades económicas.
Macri le pidió a su equipo que no llore
Esta mañana, en una reunión del gabinete ampliado, que se transmitió en vivo por redes sociales, Mauricio Macri volvió al tono aguerrido, que viene utilizando recientemente. Arengó a sus colaboradores y les pidió que encaren los difíciles meses que vienen y la campaña electoral “sin llorarla”:
“Por acá todos vamos al futuro, por acá sus hijos van a tener mejores oportunidades que las que tuvieron ustedes, por acá todos vamos a sentirnos incluidos, parte, vitales, fuertes, entusiasmados. Pero claramente hay que poner el hombro, hay que remar un poco más porque de todo lo que se heredó no se sale de un día para el otro, sin llorarla, pero convencidos de que estamos en el lugar correcto, en la hora indicada, porque somos la generación que vino a cambiar la historia para siempre”, manifestó el presidente argentino.