Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) fue un instrumento impulsado por el kirchnerismo en la última reforma política. Desde el Estado se obligó a todas las fuerzas partidarias a participar en una instancia previa a la elección, para que los espacios internos de cada agrupación diriman sus candidaturas definitivas.
Sin embargo, la idea de aumentar la “cultura democrática” fracasó bastante. En la mayoría de oportunidades, los partidos llevaron una única propuesta a las PASO, que repitieron en la elección real. En estas elecciones ninguno de los frentes que competirán por la elección presidencial dirimirá internas. Es decir, el Estado pagará una fortuna, lisa y llanamente, para hacer una encuesta. Las PASO tendrían que realizarse el próximo 11 de agosto y la elección real será el 27 de octubre.
En la última reunión de Gabinete, el ministro Rogelio Frigerio puso una idea sobre la mesa que ya se discute en todo el país: suspender las primarias y que la elección se realice exclusivamente en los distritos donde algunas fuerzas políticas tengan internas locales. Donde las listas brinden una única opción, como en la elección presidencial, que no se vote nada y se espere hasta octubre.
Sin embargo, el Gobierno no quiere mostrarse como el vocero o el autor intelectual de la iniciativa. Aunque la idea cuenta con el visto bueno de la mayoría de la opinión pública (la primaria ficticia cuesta cuatro mil millones de pesos —alrededor de 100 millones de dólares—) desde el macrismo temen que se perciba temor en la jugada.
Con el dólar en paz y la inflación en leve retroceso, un sector del macrismo está convencido que el humor de la opinión pública para con el Gobierno será más favorable en octubre. Según esta tesis, “preguntar” hoy al electorado tiene un riesgo: que ganen los Fernández y que genere la idea de que el macrismo no tendrá reelección.
Esta semana, el radicalismo presentará la propuesta en el Parlamento e intentará conseguir la suspensión en tiempo récord. Desde la Justicia Electoral dicen que es imposible a esta altura. El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, ya hizo pública la discusión y blanqueó la propuesta en sus redes sociales.
Creo necesario revisar la utilidad de las PASO en estas elecciones. Es sensato suspenderlas en los cargos y provincias que no hay competencia interna. El Congreso debería trabajar en eso, para cuidar el dinero público que debe ser prioridad de una buena administración del Estado.
— Alfredo Cornejo (@alfredocornejo) June 24, 2019
“No quieren votar”
El kirchnerismo, mediante sus voceros en los medios y sus portales afines, se decidió por diferenciarse de la propuesta oficial-encubierta desde una perspectiva burda. Sin hacer referencia a la utilidad de las PASO o del costo millonario de la jornada del 11 de agosto, desde el espacio de la exmandataria se acusó al Gobierno de “desprecio democrático”. Sin mayores argumentos, el kirchnersimo resaltó que la movida de evitar esta primaria no tiene otro fundamento en el rechazo del macrismo por escuchar “la voluntad del pueblo”.