Si algo ha dejado Cristina Fernández de Kirchner a la prensa en su rol de jefa de la oposición, es la creatividad para imponer divertidos términos que terminan siendo adoptados por todos los argentinos. Kirchneristas y antikirchneristas por igual se rinden ante ellos y los hacen parte del léxico diario. Lejos del rol autoritario, cuando ocupando el sillón de Rivadavia decía por cadena nacional que había que tenerle miedo a Dios y a ella, CFK busca lavarse la cara de informalidad, con un perfil descontracturado y le sale bastante bien.
Ya en otra oportunidad lo había bautizado al mismo presidente Mauricio Macri como un “machirulo“, luego que el actual jefe de Estado acusara a su predecesora de decir “locuras”. Esta semana, Cristina sacó dos nuevos términos de la galera que se metieron de lleno en la campaña: El “cuchuflito” y la “pindonga”.
El contexto fue el salvataje a su exministro de Economía y candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof viene golpeado. Una modelo lo desarmó con una irónica inquietud en la mesa de Polémica en el Bar y la escena se convirtió en miles de memes que invadieron las redes sociales. Virgina Gallardo le preguntó al economista de referencia del kirchnerismo por qué no se puede eliminar la recaudación de impuestos e imprimir el dinero para el gasto público, ya que según Kicillof la inflación no es un fenómeno monetario. El exministro quedó mudo. Los jóvenes liberales argentinos no tuvieron piedad y lo masacraron en las redes.
Viendo de donde surgieron los impiadosos (pero merecidos) ataques, de un público que no la quiere pero que tampoco está con Macri, la expresidente decidió intervenir en la discusión corriendo a Cambiemos, como se dice “por derecha”. En una presentación de su libro Sinceramente, Kirchner dijo que en Argentina, bajo el Gobierno de Macri, “se terminó el capitalismo”. En su opinión, la economía capitalista estaba vigente cuando ella era presidente y Kicillof era ministro, ya que “la gente compraba y consumía” según sus preferencias.
“Esto es un régimen no capitalista, donde la gente no puede comprar lo que quiere”, señaló. La última semana había calificado al modelo económico de Macri como “soviético”. “Ahora aparecen marcas como La Pindonga o Cuchuflito que nadie conoce”, resaltó haciendo referencia a las segundas marcas que proliferan en medio de una complicada situación económica.
Según estudios recientes, las segundas marcas que se abren paso en las preferencias de los argentinos incrementaron su mercado del 32,6% al 42,8%.
Las segundas marcas y la discusión acerca de los precios y la calidad, ya son parte del debate en Argentina. El comediante Guillermo Aquino lanzó un divertido sketch en redes sociales abordando la cuestión desde la perspectiva del humor.