Otra vez todo mal. Luego del encuentro entre Jair Bolsonaro y el canciller de Alberto Fernández, Felipe Solá, donde parecía que la cosa se encaminaba, los números de la pandemia de ambos países resurgieron el conflicto. Como si los tironeos por la apertura del Mercosur no fueran suficiente, hoy el presidente de Brasil advirtió sobre el rumbo “socialista” del país vecino.
Por estas horas, la prensa brasilera le recrimina al Jefe de Estado los 13 600 muertos por el coronavirus (COVID-19). Los periodistas le cuestionan su estrategia y le echan en cara el único número que Argentina tiene para mostrar con dignidad: las 340 víctimas fatales que, para el número de varios países de la región, es un lujo…si se permite el término cuestionable ante semejante tragedia.
Al momento de esconder las problemáticas con las estadísticas, los ocultamientos presidenciales no distinguen entre izquierda y derecha. Para salir del paso, Bolsonaro le respondió a los periodistas que la comparación no era justa, ya que habría que hacer la cuenta “por cada millón de habitantes”. Pero aunque hagamos los números finitos, Brasil sigue dando mucho peor. Argentina, con cuatro veces y medio de población, si mantiene el promedio de fatalidades comparando con el gigante del Norte estaría en poco más de 1 500 casos. Muy por debajo de la complicada situación de Brasil.
Pero para salir de su cálculo cuestionable rápidamente, Bolsonaro cambió de argumento y pasó a uno distinto que tiene un poco más de sentido: “Ustedes hablan del lado ideológico, ustedes hablan de un país que camina hacia el socialismo, que es la Argentina“, aseguró.
Preocupado por la economía de su país, el líder conservador dijo que si los gobernadores mantienen las cuarentenas ortodoxas, la situación será de “hambre”. “Seremos un país de miserables”, señaló. Para el presidente de Brasil, el modelo a seguir sería el de Suecia, que tomó algunas medidas sanitarias de importancia, pero sin liquidar por completo la actividad económica.
El retorno del “IndeK” y el dolar por las nubes
Más allá de la estrategia de Brasil con respecto al coronavirus, si en algo tiene razón Bolsonaro es en el desastre de la economía argentina. En la jornada de hoy, el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) aseguró que la inflación del mes de abril fue del 1,5 % y estallaron las redes sociales. Más allá del “congelamiento” de precios y tarifas y el relevamiento mentiroso de los productos regulados, el número presentado parece tener poco que ver con lo que la gente percibe en la calle. De esta manera, la honestidad del INDEC en la época de Mauricio Macri (que a pesar de la pésima gestión económica al menos daba los números verdaderos), parece haber llegado a su fin. Este 1,5 % del instituto oficial recuerda mucho al “INDEK”, como se le llamaba en la época de la intervención kirchnerista cuando mentía descaradamente.
Mientras tanto, el peso sigue en caída libre. El dólar libre hoy alcanzó los 138 y la brecha con el oficial ya es del 100 %. Luego del horario bancario, en provincia de Buenos Aires se registraron operaciones a 142 pesos.