La estatal Petróleos de Venezuela es objeto de una nueva demanda; en esta ocasión el monto asciende a 51 millones de dólares, cifra que exige la Refinería Di Korsou (RDK), propietaria de la Refinería Isla, estructura donde operó Pdvsa por 34 años, en Curazao.
De acuerdo con documentos a los que tuvo acceso Reuters, esta solicitud hecha por la mencionada compañía fue introducida el pasado 26 de agosto, ante una corte en Nueva York.
No es la primera fricción que ocurre entre estas empresas. En marzo de este año, la compañía curazoleña presentó una demanda de arbitraje de 162 millones de dólares contra Pdvsa, por el impago que se registró durante el último año en relación con las operaciones realizadas en la Refinería Isla que tiene capacidad para refinar 335 000 barriles diarios de crudo.
De acuerdo con Marcelino de Lannoy, director gerente de RDK, Pdvsa estuvo al frente de la Refinería Isla desde 1985 hasta 2019; año en el que incumplió con los pagos relacionados con arrendamientos, y también violó los acuerdos de compra con la refinería.
Asimismo Lannoy especificó que Pdvsa no realizaba los pagos mensuales desde principios de 2018 hasta diciembre de 2019, fecha en la que expiraba el contrato entre las dos compañías.
Como una modalidad de abono frente a los vencimientos acumulados, RDK trató de incautar en marzo la terminal de almacenamiento de 10 millones de barriles de petróleo que pertenecía a Pdvsa en Bonaire, conocida como Bopec (Bonaire Petroleum Corporation en inglés).
Sin embargo, recientemente el Gobierno de Bonaire ordenó a Pdvsa el vaciado de los tanques y oleoductos en su terminal Bopec, debido a los riesgos ambientales y de fugas que presentaba; esto luego de que Pdvsa tampoco ejecutara las labores que le correspondían por mantenimiento en los últimos años.