
Luego de irse conformando como grupo, en función de la ideología y el pensamiento común, los libertarios en Venezuela van a por la búsqueda de fundar un movimiento político que tenga como norte ideológico la Libertad. Tal es el objetivo del I Congreso Libertario-Liberal, que se realizará el próximo jueves 13 y viernes 14 de octubre, y en el que participarán cien personas que esperan ser el núcleo duro de un futuro partido Libertario-Liberal venezolano, como señala Juan Carlos Apitz.
Este joven, a punto de graduarse de abogado, forma, junto con otros dirigentes universitarios, el movimiento Venezuela Futura, que es la génesis, entre otros, del movimiento.
vamos a impulsar un movimiento político con coherencia, porque los libertarios y los liberales, no solo en Venezuela, sino en toda América Latina, hemos tenido problemas para mercadear nuestra ideología, y sobre todo, sistematizar nuestro discurso. Señala Apitz en conversación con PanAm Post.
¿Cuáles son los objetivos del I Congreso Libertario-Liberal?
Yo creo que sin duda vamos a impulsar un movimiento político. Ese movimiento pasa por juntar a la gente que comparte nuestro pensamiento. Hemos desarrollado una modalidad mediante la cual al Congreso pueden asistir solo cien personas, porque son las que en todos los estados del país han estado cerca de Venezuela Futura.

No queremos impulsar el conocimiento del libertarianismo o el liberalismo, sino enfocarlo en el tema de que tenemos tiempo pensando en estas cosas, no somos como los liberales que están más cercanos al sistema político, porque además estamos claros de qué está pasando, y lo que queremos es reunirnos.
Elegimos San Cristóbal por un tema simbólico, porque todas las cosas políticas se hacen en Caracas, y también hay mucha gente que está en esa zona del país que nos dijo que quiere asistir. La gente de los estados andinos siempre ha sido muy receptiva al discurso libertario. Vamos a tocar algunos temas que tienen que ver con el libertarianismo y otros con lo liberal, pero fundamentalmente se trata de política práctica, de qué se trata entender la realidad venezolana en función de nuestros propios valores, qué se está dando en el mundo y en Venezuela.
Hay mucha gente en el interior del país que cree en la Libertad, que cree en estos temas, pero no desde una perspectiva académica. Queremos un movimiento político futuro, donde se valore la Libertad por encima de cualquier cosa, y es una oportunidad para encontrarnos. Los impulsores de este movimiento han estado de gira por el país y creo que producto de esas giras es importante que nos encontremos.
¿Es el movimiento más liberal o más libertario?
Yo estoy convencido que en el tiempo de hoy queremos apostar a un movimiento libertario. Y justamente por ello hemos llamado a este encuentro primero libertario que liberal; pero tampoco queremos excluir a toda esa gente que de una u otra forma ha trabajado el liberalismo. De hecho, mi ponencia en el evento va a ser las diferencias entre uno y otro, pero fundamentalmente la postura libertaria ante lo que está pasando.
Dice usted que eligieron San Cristóbal por un simbolismo. ¿Tiene que ver con las protestas de 2014?
Un primer simbolismo es que la política no nace y muere en Caracas. Hemos determinado una diferencia muy grande entre lo que sucede en el interior y lo que sucede en la capital, no solo en términos de necesidades, de la situación, de cómo la situación del país se ha agravado en el interior; sino que allí hay un anhelo muy grande de nuevas opciones, que en Caracas todavía no estamos observando. El grupo en Caracas es importante, pero en el interior la gente que está ávida de conocer estos temas es muchísima.
La idea es iniciar un movimiento, no como un partido de corte electoral, al menos no en estos momentos; y hacerlo fuera de Caracas.

En segundo término, estos grupos en Los Andes han venido haciendo cosas muy interesantes desde 2014, y ya hemos hecho algunos otros encuentros en Oriente, en Barquisimeto; hacer un congreso formal y compartir un fin de semana todos juntos lo quisimos hacer en San Cristóbal, en el entendido de que no lo vamos a hacer dos veces en el mismo sitio, pero enviar un mensaje allí, a la gente de allí, que han vivido una situación muy fuerte desde 2014. Allí hay mucha gente que tras ese año ha vivido un trauma de posguerra. Lo que vivió la resistencia en Táchira fue otro nivel de conflicto, que el resto del país no conoció.
¿El hecho de que sea un día después de lo que se espera el acto de la Mesa de la Unidad Democrática, es casualidad, o fue planeado? ¿Cómo entienden ustedes la relación con la oposición estructurada en Venezuela?
Obviamente eso tiene una justificación. Hay una agenda que es nacional y nosotros no estamos exentos, pero entendemos que esa agenda, a estas alturas, está trancada. No lo hacemos desde la perspectiva de ir contra la Mesa porque no nos gusta, no estamos allí… Desde 2012, prácticamente, nosotros hemos venido sosteniendo que la MUD no puede cumplir los objetivos que la gente tiene.
Y sinceramente, aunque eso no esté muy claro todavía, porque la gente está con la expectativa del revocatorio, va a llegar un momento en el que eso se va a venir abajo. Nosotros no podemos plegarnos a eso porque hay un interés primordial que es el país. Y es verdad, somos un grupo de chamos (jóvenes) que no tenemos aspiraciones electorales todavía, pero hay que hacer un movimiento y crear una plataforma que diga las cosas no desde el momento en el que todo se venga abajo, sino mientras la expectativa aún está alta.
Esto tiene que ver con quién tiene la razón, pero si esperamos dos o tres años más a que estos tipos (el Gobierno) sigan ganando como han venido ganando estos juegos políticos, entonces nosotros nunca hicimos nada, no montamos estructura, no nos movilizamos en función de lo que queremos.
Yo creo que el libertarianismo y todos los movimientos libertarios que hay en Venezuela podemos aportar a que las cosas se definan. No veo posible que una plataforma política que se dice libertaria esté plegada a la estructura de la MUD. En eso sí te hablo claro, no concibo cómo, y viendo el problema una estructura libertaria pueda estar en una agenda política como la que está planteando la Mesa de la Unidad.
A la larga esto también es un tema de marcar una distancia con el chavismo, con el socialismo, y en lo particular, hay gente que está haciendo cosas interesantes en Venezuela, por ejemplo, en Cojedes, chamos que ya tienen movimientos mayoritarios en sus municipios. Esas cosas no se saben porque se conoce la agenda de los partidos, pero podemos darnos la oportunidad de que en varias zonas del país se estén escuchando otras voces y viendo otras caras. Y eso hay que hacerlo ya.
¿No le tienen miedo a la policía política, dado su discurso político? Está claro que quienes gobiernan tienen poco, por no decir ningún, respeto a los derechos humanos…
Hay varias consideraciones. La primera es que nada de lo que se está planteando en el corto plazo puede significar una amenaza para estas personas. Ellos pueden actuar de mil formas, pero a la larga creo que más importante que nuestra propia seguridad es el tema de marcar una postura muy clara en torno a lo que está pasando en Venezuela. En las giras ya hemos vivido varias situaciones de peligro, pero eso no puede limitarnos.
Aunque uno se quede en su casa y no haga nada, u opine por el Twitter, si ellos quieren dañarlo a uno, ellos lo van a hacer. Nada lo exime a uno de estar en peligro. Pero nosotros no estamos planteando ningún tipo de acciones que el Gobierno pueda considerar desestabilizadoras. Ahora, el objetivo mayor es que nos juntemos, muy por encima de nuestra propia seguridad. Que nos juntemos para que encontremos otras formas de abordar el país, porque aquí hay una dificultad para entender la gravedad del asunto. En la medida en que se entienda cuál es el problema y nos juntemos, podremos ejercer acciones e incidir políticamente.
Algunas encuestas dicen que 80 % de los venezolanos ya no creen en la intervención estatal en la economía. Es decir, el chavismo ha terminado siendo un bumerán para la prédica socialista, que en Venezuela ha sido, históricamente, muy fuerte. ¿Están evaluando esos sondeos para decidir salir al ruedo en estos momentos?
Ahí está la respuesta del momento: por qué ahora. La verdad es que hay una oportunidad de oro, que esto no va a crecer en el mismo momento en que tú lo saques. Tú estás invirtiendo una cantidad de recursos de todo tipo en función de esta política.
Creo que hay muchas personas que piensan en la libertad como un valor fundamental para el desarrollo del país. Yo creo que al final todos queremos el desarrollo del país. Que algunas personas tengamos claro que el desarrollo del país pasa por tener mayores libertades, creo que somos un grupo importante. Si hoy no estamos influyendo como deberíamos, es porque estamos en una agenda inmediatista, o cortoplacista.
Eso no significa que no existan otros movimientos que defiendan la Libertad. Estoy convencido de que los hay y de que están naciendo; y que pueden hacer muchas cosas. La verdad es que esta oportunidad viene atada también a un tema de coherencia política. Para lograr influir y que la gente confíe en un movimiento que defiende la libertad hay que ser coherentes, porque hay muchas propuestas de participación en lo político, ahora, en plena dictadura, que no están inmersas en una agenda en función de la Libertad, que se hacen por participar, o por no ceder los espacios. Eso es grave, porque a la larga las personas que te apoyan para crecer políticamente tienen que ver en ti una coherencia.
Yo creo también que no toda la participación política se tiene que dar en el terreno electoral. Lo primero que tenemos que hacer los que creemos en la libertad es conformar una plataforma política coherente, en el terreno, por ejemplo, de las políticas públicas en lo local, políticas que estén enmarcadas en esa idea de la libertad.
Hay gente que cree en la libertad, pero su propuesta política en lo local, por ejemplo, es muy intervencionista, no entiende cómo el mundo puede brindar políticas públicas de ciudadanía libre. Hay cosas que se están haciendo en el mundo que son increíbles, pero no se pueden hacer si no existe la plataforma política para eso.
Somos una plataforma de gente joven, que tiene ideas políticas, no lo hemos negado nunca, pero gente que va a mercadear una idea distinta.
A la larga, la gente que cree en la libertad, no solo en Venezuela, sino en toda Latinoamérica, ha tenido un problema inmenso para transmitir la forma en la que podemos cambiar nuestros países. No hay una sistematización del discurso, y a veces, tendemos a sonar como arrogantes, como un tema de pedantería.
Y el intento va por politizar una idea, que tiene un poder increíble, pero politizarlo bien. No ser un grupo elitista que no se puede dar a entender, de un grupo de personas que han estudiado y quieren hacer política. Se trata de ser absolutamente popular sin ser populista, conectar a toda Venezuela con una idea, una concepción política, distinta, sin que eso suene demagógico. La oportunidad de ese 80 % está ahí y a la larga se le puede sacar un partido increíble.