En el marco de un encuentro internacional de debate sobre narcóticos que se desarrolla en el Vaticano, el papa Francisco señaló que Argentina se convirtió en “un país de paso de droga” a uno de consumo “y algo de producción”.
“Una vez que (el narcotráfico) avanzó y se radicó en la sociedad es muy difícil. Pienso en mi patria: hace 30 años era un país de tránsito, y ahora es un país de consumo y hasta algo de producción”, señaló Francisco.
“Es un progreso que se da gracias al compromiso mafioso de los responsables”, denunció el papa este jueves 24 de noviembre.
Francisco pidió combatir el narcotráfico con “prevención, plena y segura rehabilitación de sus víctimas” e investigar el rol que juegan “los bancos que se dedican al blanqueo del dinero sucio”.
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“La prevención de la droga siempre se ve frenada por mil y un problemas de ineptitud de un gobierno y casi no existen programas de prevención de drogas”, dijo el papa ante una nutrida presencia de personalidades mundiales que participan en el Simposio organizado por la Pontificia Academia de Ciencias.
Entre los asistentes por Argentina estaban los jueces federales Daniel Rafecas, Maria Servini, Zunilda Niremperger y Sergio Torres, algunos de los cuales manejan casos importantes relacionados con el narcotráfico.
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Francisco sostuvo que la droga “es una herida en nuestra sociedad, que atrapa a mucha gente en sus redes, víctimas que han perdido su libertad a cambio de esta esclavitud, de una dependencia que podríamos llamar química”.
El Sumo Pontífice dijo que las causas que llevan a la dependencia de la droga es “la ausencia de familia, la presión social” y la “propaganda de los traficantes”.
Agregó que todas cada persona víctima del flagelo “debe ser escuchada, comprendida, amada y, en cuanto posible, sanada y purificada”. En este sentido, resaltó que no hay que caer en la “injusticia de clasificar al drogadependiente como si fueran objetos o trastos rotos”.
El papa insistió en la necesidad de conocer cuál es el alcance del problema de la droga y “la vastedad de sus centros de producción y de su sistema de distribución”.
Francisco catalogó como un “desafío” la posibilidad de identificar el modo de controlar los circuitos de corrupción y las formas de blanqueo de dinero.
“Para ello, no queda otro camino que el de remontar la cadena que va desde el comercio de drogas en pequeña escala hasta las formas más sofisticadas de lavado, que anidan en el capital financiero y en los bancos que se dedican al blanqueo del dinero sucio”, señaló el papa.
En Argentina, el gobierno de Mauricio Macri reconoció en agosto que el país es un mercado atractivo para los traficantes y que parte de la exportación local de cocaína “financia” a “grupos terroristas” en África.
La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich señaló que durante años la gestión kirchnerista “mintió” diciendo que Argentina era un país de paso. En este sentido, aseveró que el país “es un mercado”, al que llegan drogas sintéticas importadas desde Europa y Uruguay y tradicionales desde Bolivia, Perú y Paraguay.
En septiembre el titular de la Pastoral Social, Monseñor Jorge Lozano, afirmó que efectivamente varios funcionarios de relevancia de la gestión kirchnerista minimizaron o negaron el avance del narcotráfico.
“Las redes del crimen organizado (narcotráfico, trata de personas y tráfico de armas) han crecido y se han enquistado, en algunos lugares desplazando al Estado o supliendo su ausencia y abandono” dijo Monseñor Lozano.
Fuente: Télam.