Apareció nuevamente el venezolano Moisés Roberto Boyer Bueno solicitando asilo político a Paraguay; insiste en que es un perseguido del Gobierno de Nicolás Maduro, tras haber asegurado que fue piloto de Hugo Chávez y que podía revelar de él “muchos secretos”.
El periodista paraguayo Fermín Jara informó este lunes 18 de julio, que Boyer solicitó asilo político en el Consulado de la República de Paraguay en Brasil, específicamente en la ciudad de Foz, una ciudad fronteriza.
Venezolano que pidió REFUGIO es Moisés Roberto Boyer Bueno. Caso fue derivado al CONARE. @ABCDigital @UltimaHoracom pic.twitter.com/12cporrorR
— Fermín Jara (@fercde) July 18, 2016
Boyer aparece semanas después de que Paraguay haya manifestado su “dura” posición contra el Gobierno de Nicolás Maduro; justamente luego de que ese país se expresara a favor de la Carta Democrática para Venezuela y que también se haya mostrado en contra de la presidencia pro témpore del Gobierno venezolano en Mercosur.
Al parecer, el “falso piloto” como es conocido a nivel internacional aprovecha la oportunidad de que Paraguay se expresa en contra del régimen venezolano para lograr asilo político como supuesto “perseguido” de Maduro.
Lo último que se supo de Moisés Roberto Boyer es que vivía en el aeropuerto de Brasilia pues consideraba que “los aeropuertos son los lugares más seguros del mundo”.
En agosto de 2003, fue el diario colombiano El Espectador el medio que divulgó la versión de Boyer: supuestamente él había formado parte del Ejército venezolano, que estuvo hombro a hombro con Hugo Chávez en el golpe de 1992, que por cuenta de ese golpe estuvo más de dos años privado de la libertad y que el 18 de abril de 2002 él, personalmente, llevó al jefe guerrillero Raúl Reyes a reunirse con el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Sin embargo, su historia fue desmentida por organismos judiciales de Colombia y de Venezuela. No se hallaron registros que demostraran el paso de Boyer por las Fuerzas Militares venezolanas.
Además, mientras estuvo en Colombia, trató de relacionar al Gobierno de Hugo Chávez Frías con la guerrilla de las FARC mientras pretendía cobrar por supuesta información clave.
Al principio las agencias compraron sus palabras y se dieron a la tarea de verificarlas. Se pudo establecer que ni siquiera había sido soldado de la reserva del Ejército, que se presentaba como un desertor de los Círculos Bolivarianos, que tenía tendencias suicidas y que incluso había sido internado en un centro psiquiátrico en Caracas, pero no duró mucho: falsificó una orden de salida de otro paciente.
Fuentes: El Espectador; Fermín Jara