El presidente de Brasil, Michel Temer, mostró su disposición de bloquear una posible amnistía a los miembros del Congreso por actos de corrupción.
En un intento por apaciguar una serie de escándalos que amenazan la estabilidad de su gobierno, Temer aseguró que sería “imposible para el presidente de la República” aprobar una amnistía de esa naturaleza.
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Esto, en respuesta a la indignación que causó el intento de votar en la Cámara de Diputados una iniciativa que aparentemente incluye una amnistía hacia el desvío de fondos para sobornos en campañas políticas.
El mandatario señaló además que no existe una “mínima base” para seguir adelante con una propuesta como esa.
Temer ofreció una rueda de prensa sobre el tema, acompañado de los titulares de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y del Senado, Renan Calheiros.
Con la declaración, el presidente trata de asegurar a los brasileños que combatirá la corrupción que ha salpicado a la élite política.
La polémica surge luego de que la prensa brasileña revelara presuntas intenciones de parlamentarios de aprobar una medida que beneficiaría a los corruptos.
El texto revelado por la prensa dice lo siguiente: “no será punible en lo penal, civil o electoral la donación contabilizada, no contabilizada o no declarada, omitida u ocultada” si fue usada para financiar “la actividad política, partidaria o electoral realizada hasta la publicación de esta ley”. Un párrafo que los medios locales aseguran ya circula entre los diputados.
Temer, quien asumió el poder definitivamente en agosto tras la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff, ha prometido salvar a Brasil de su peor recesión en décadas, al igual que de los escándalos de corrupción.
El mandatario dijo que quiere dejar de lado la controversia de la amnistía para que el Congreso se enfoque en la votación de su proyecto para limitar el gasto durante 20 años, la primera de una serie de reformas de austeridad.
Fuentes: El Observador; DW