A pocas horas de que el régimen de Venezuela instale la Constituyente en la Asamblea Nacional y busque desalojar a la oposición del Parlamento, el Vaticano decidió pronunciarse contra el ilegítimo proceso convocado por Nicolás Maduro.
La Secretaría de Estado, dirigida por el cardenal Pietro Parolin, pidió que “se evite o se suspendan las iniciativas en curso como la nueva Constituyente”; subrayó que “más que favorecer a la reconciliación y la paz, fomentan un clima de tensión y enfrentamiento e hipotecan el futuro”.
Ni el papa Francisco ni representantes directos del Vaticano se habían manifestado sobre el proceso electoral que llevó a cabo el chavismo; sin embargo este viernes, 4 de agosto, día de la instalación de los constituyentistas, la Iglesia expresó su preocupación.
En un comunicado, la Secretaría de Estado lamentó la “radicalización y el agravamiento de la crisis” y señaló que el papa “sigue de cerca” esta situación y “sus implicaciones humanitarias, sociales, políticas, económicas e incluso espirituales”.
Asimismo dirigió un “apremiante llamamiento” a toda la sociedad para que “sea evitada toda forma de violencia” e invitó “en particular, a las fuerzas de seguridad a abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza”.
La Asamblea Constituyente, integrada solo por los representantes afines al Gobierno de Nicolás Maduro elegidos en las elecciones del pasado domingo, tiene previsto iniciar sus tareas hoy, a pesar de las denuncias de fraude electoral sobre los comicios.
La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) ha rechazado esta iniciativa del Ejecutivo de Maduro por considerarla “peligrosa para la democracia” y el presidente de los obispos venezolanos, Diego Padrón, alertó que podría derivar en una “dictadura militar”.
Asimismo la iniciativa chavista ha sido rechazada por países como México, España, Colombia, Estados Unidos, México, así como por la Unión Europea, mientras que ha sido reconocida por China, Rusia, Cuba, Bolivia o Nicaragua.
Fuente: Diario Las Américas