El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien al principio mantuvo una relación de “amistad” con Nicolás Maduro tras el aporte del régimen chavista en las negociaciones que mantuvo el Gobierno colombiano con la guerrilla de las FARC, ahora admite que “Venezuela es su peor pesadilla” ante una posible implosión social.
El mandatario colombiano, que había respaldado el socialismo del siglo XXI, emprendido por su “mejor amigo” Hugo Chávez, ahora se dio cuenta que al hacerlo le salió “el tiro por la culata”.
El país gobernado por Nicolás Maduro enfrenta una crisis política, económica y social única en su historia, a tal punto que la migración de venezolanos en busca de un futuro estable se está convirtiendo en un problema para los países del mundo, en especial para los de la región.
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Fue este jueves 9 de noviembre cuando Juan Manuel Santos admitió que “Venezuela es su peor pesadilla” y que una “implosión” en la nación puede convertirse en un “problema tremendo” para Colombia: “Si me preguntas cuáles son mis pesadillas, pues mi peor pesadilla es Venezuela”, afirmó.
A Santos le preocupa una migración masiva de venezolanos que huyen de una crisis sin retorno, pues el país suramericano ya no solo supera el 90 % de escasez de medicamentos y alimentos básicos, sino que, además, oficialmente entró en hiperinflación con los salarios más bajos de la región.
“Si hay una implosión en Venezuela, no es que vamos a recibir 500.000 (personas), que es lo que hemos recibido; serán millones y eso va a ser un problema tremendo para el proceso de paz y para Colombia en general”, señaló el presidente de Colombia.
C0n las nuevas declaraciones del mandatario queda en evidencia que el respaldo que dio al chavismo solo le jugó en contra a Colombia, pues estas han sido las consecuencias de un socialismo respaldado: migración, escasez, hambre y miseria.
Santos señaló que Colombia está recibiendo cada día personas desde Venezuela que “están buscando una mejor forma de vida”:
“Eso está creando una carga bastante dramática en nuestro sistema educativo, de salud. Nosotros queremos ser generosos, no queremos cerrar nuestras fronteras y de cierta forma tenemos que adaptarnos a esta situación que desafortunadamente se está empeorando”.
El mandatario, que en las últimas semanas ha endurecido su discurso contra el régimen de Nicolas Maduro, admitió que por ello ha estado tan interesado “en tratar de encontrar una forma, una solución pacífica y democrática al problema en Venezuela” y lamentó que hayan fallado. “Tiene que haber un cambio allí y espero que sea rápido”, agregó.
En contraste con las declaraciones realizadas por Santos, en un reportaje del PanAm Post se revela que el éxodo venezolano hacia Colombia supera la migración que se vive en Europa vía el Mediterráneo.
Mientras el número de refugiados que busca entrar a Europa se está reduciendo notablemente, de manera paulatina, una crisis de refugiados mucho mayor se ha desatado en Suramérica.
Estudios revelan que 60.000 inmigrantes venezolanos cruzaron la frontera occidental de su país para ingresar a Colombia únicamente en el pasado mes de agosto, un incremento drástico comparado con el mes de julio, cuando ingresaron más de 40.000 venezolanos a Colombia.
El jefe editor de PanAm Post, Daniel Raisbeck, visitó la frontera colombo-venezolana y allí comparó el daño que ha desatado el socialismo chavista en Venezuela, y aseguró que las consecuencias son iguales o peores “a un desastre natural como un terremoto o un huracán”.
“Las cifras del éxodo venezolano a Colombia (…) demuestran que, en términos de expulsar a seres humanos de su país natal, la Revolución Bolivariana también está causando más sufrimiento que guerras totales e inconclusas como la de Libia”, señaló en aquel reportaje.
Con esto, las declaraciones de Juan Manuel Santos no solo revelan la gravedad de la situación, también muestran su errado respaldo incondicional al chavismo que el día de hoy pone “en la cuerda floja” la estabilidad social, política y económica de todos los países de América.
Fuentes: El Nuevo Herald, Diario Las Américas.