Una vez más el régimen de Nicolás Maduro extendió el cierre de comunicaciones aéreas y marítimas con Aruba, Curazao y Bonaire.
Este martes 9 de enero, el régimen anunció que hasta que no se “concrete un plan de acción” que combata a las “mafias”, se mantendrán cerradas las vías de comunicación con las islas caribeñas.
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“El presidente @NicolasMaduro ha extendido la medida de suspensión de todo tipo de tráfico aéreo y marítimo; así como también cualquier intercambio comercial con Aruba, Curazao y Bonaire”, dijo el vicepresidente Tareck el Aissami, a través de su cuenta en la red social Twitter.
El Aissami indicó que la medida se mantendrá “hasta tanto no se realice la reunión de alto nivel con las autoridades de estas islas y se concrete un plan de acción que combata a las mafias que se roban nuestros bienes, y contrabandean impunemente materiales estratégicos, que afectan severamente los servicios y la calidad de vida de nuestro pueblo”.
2/4 Hasta tanto no se realice la reunión de alto nivel con las autoridades de estas islas y se concrete un plan de acción que combata a las mafias que se roban nuestros bienes, y contrabandean impunemente
— Tareck El Aissami (@TareckPSUV) January 9, 2018
3/4 materiales estratégicos, que afectan severamente los servicios y la calidad de vida de nuestro pueblo. En consecuencia, no vamos a permitir más agresiones de esta organizaciones criminales, y exhortamos que se deje de lado la inacción que fomenta la impunidad
— Tareck El Aissami (@TareckPSUV) January 9, 2018
Nicolás Maduro ya había informado el cierre por solo 72 horas; sin embargo ahora lo prolonga tras culpar a contrabandistas de “dañar la economía de Venezuela”.
Maduro se quejó de que las autoridades de estas islas no “tomen medidas” para acabar con el contrabando.
“Se llevan el oro del país de manera ilegal y lo legalizan allá. Se llevan el coltán, se llevan los diamantes, se llevan todos los productos alimenticios”, dijo.
Por su parte, el primer ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath, criticó la decisión unilateral de Maduro y expresó que esta medida no beneficia a las relaciones entre los países involucrados.
Dijo además que vigilaría de cerca las consecuencias del cierre y tomaría medidas “si fuera necesario”, sin dar más detalles de sus palabras.
El anuncio de Venezuela provocó que los habitantes de Curazao, Aruba y Bonaire hicieran acopio de alimentos, ya que los tres territorios dependen en gran medida de las frutas y verduras del país suramericano, según reseñó Efe.
Y es que como es costumbre el régimen dictatorial de Maduro responsabiliza a terceros por sus propios errores en políticas públicas.
Para el mandatario de Venezuela es más fácil cerrar el cierre comercial con dichas naciones caribeñas, que resolver los problemas de fondo que mantienen al país suramericano en una crisis sin precedentes enmarcada en la escasez de alimentos y medicamentos que supera el 90 %.
Con esta medida Maduro no solo deja en evidencia que las Fuerzas Armadas de Venezuela han sido incapaces de controlar el contrabando; y por el contrario obliga a que quienes comerciaban por vía legal a que ahora busquen hacerlo a través del mercado ilegal.
Tener que cerrar la frontera con Aruba Bonaire y Curazao solo demuestra el fracaso de la FANB en su rol permanente d proteger la soberanía https://t.co/mNzH3AGLeq
— Rocío San Miguel (@rociosanmiguel) January 6, 2018
Ahora los más perjudicados son quienes tienen viajes planificados a las islas y los venezolanos que quedaron varados en dichos países a la espera de poder retornar.
Desde que llegó a la Presidencia de Venezuela, Maduro no ha sabido resolver la grave crisis en el país suramericano, por el contrario, la ha profundizado con estrictos controles de cambio y de precios que distorsionan la economía.
El mandatario, suele señalar y culpar a terceros por su ineficiencia asegurando que existe una “Guerra económica”; sin embargo nunca ha podido revertir la situación.
Y es que tras la falta de producción en Venezuela, a raíz de la escasez de divisas, el país suramericano se ha mostrado dependiente de las importaciones; pero se ha visto obligado a reducir drásticamente sus compras externas ante la caída en los ingresos petroleros, que aportan 96 % de las divisas del país.
A esto, se suma la malversación de fondos públicos, la corrupción en la estatal venezolana PDVSA, la incontrolable inflación y los controles que “aniquilan” a las empresas pues el régimen pretende que lo poco que se produce en el país se haga a pérdidas.
Maduro ha insistido en que el contrabando es la causa de la crítica situación en el país, y por esa razón en agosto de 2015 ordenó el cierre de la frontera con Colombia. Durante un año y tras esa medida la situación tampoco mejoró y se tornó en una medida inútil; de hecho, al abrirse el paso binacional fueron miles de venezolanos quienes decidieron cruzar a Colombia para abastecerse de alimentos y medicamentos.
El régimen también responsabiliza a las sanciones económicas y jurídicas impuestas por Estados Unidos, pues afirma que configura una “persecución financiera” que obstaculiza pagos para la importación de alimentos y medicinas.
Pero las sanciones impuestas por el gobierno de Trump se establecieron el pasado 25 de agosto, cuando ya la crisis económica, política y social afectaba a cada rincón del país suramericano.
Además las medidas no impiden a Maduro continuar con la venta de crudo ni importar alimentos ni medicamentos, tampoco impiden que las refinerías del país se mantengan operativas para la distribución de combustible. Todo se enmarca en excusas del régimen para intentar esconder tanta ineficiencia que pareciera intencional.
Mientras Maduro sigue responsabilizando a terceros por lo que sucede en Venezuela, en el país suramericano continúa la escasez de productos básicos y hasta de gasolina; además que en las últimas horas la capital del país, Caracas, sufrió un apagón que durante horas dejó sin energía eléctrica a los ciudadanos.
En relación con esta falla de energía, como era de esperarse, Nicolás Maduro, culpó a Estados Unidos por el supuesto “sabotaje”.
“Les digo a estos grupos de Miami, a estos grupos terroristas y le digo al Gobierno de Donald Trump no podrán secuestrarle las navidades a los venezolanos”, agregó.
Críticos de régimen y especialistas sostienen que la falta de inversiones en los últimos años ha deteriorado el sistema eléctrico; sin embargo para Maduro se trata una vez más de un “sabotaje imperial”, el cual hasta ahora no ha podido demostrar.