Gobiernos del mundo se preparan ante el colapso inminente de Venezuela; unos empiezan a asumir medidas humanitarias y otros a estudiar soluciones económicas para el “día después”.
Este martes 23 de enero la ilegítima y chavista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) decidió convocar elecciones presidenciales en el primer cuatrimestre de esta año.
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A pesar de que Nicolás Maduro no cuenta con el respaldo popular suficiente para ganar unas elecciones, el poder que el chavismo mantiene sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE) hace que en los comicios sea muy poco probable que gane la oposición venezolana.
Mientras en República Dominicana se dialogaba la ejecución de elecciones libres, transparentes, y con nuevo órgano electoral, el chavismo decidió “tirar las exigencias por la ventana” y llamar a comicios en condiciones electorales fraudulentas.
Esta situación pone en alerta a los gobiernos de la región, pues si el régimen chavista se mantiene en el poder, se prevé una migración masiva de venezolanos sin precedentes; si por el contrario, el pueblo logra salir de la dictadura, el país suramericano necesitará de ayuda internacional, tanto económica como humanitaria, para poder reuperarse.
Colombia, uno de los países que se ha visto más afectado por la emigración masiva de venezolanos, se está planteando la necesidad de preparar un plan económico para el país vecino.
El ministro de Hacienda colombiano, Mauricio Cárdenas, vaticinó que por la gravedad de la crisis en Venezuela, muy pronto podría llegar el “día después”.
“La idea es tener listo un plan económico para Venezuela para el día después. No sabemos cuándo va a llegar al día después pero eso va a ser rápido por la gravedad de la crisis”, dijo a la agencia de noticias AFP.
Aunque Cárdenas no fue explícito, es evidente que al “día después” se refiere con la salida de Nicolás Maduro del poder.
“Tenemos, rápidamente, que volver a aprovisionar a Venezuela de productos farmacéuticos, dotar a las empresas en Venezuela de insumos y materias primas y eso no puede improvisarse”, recalcó.
“Todo esto se hace con un gran sentimiento de solidaridad pero si se escala esta situación va a generar grandes dificultades fiscales y grandes problemas”, advirtió.
Mientras Colombia busca un plan económico para ayudar a rescatar a Venezuela de una crisis económica sin precedentes, enmaracada en la inflación más alta del mundo, y los salarios más bajos de la región; también se ha visto obligada, ante el desplazamiento de miles de venezolanos, a asistirlos en materia humanitaria y sanitaria.
Diariamente dicho país recibe a miles de migrantes; en refugios se les da comida, medicamentos y hasta se suministran vacunas a los infantes venezolanos.
Cabe destacar que el Fondo Monetario Internacional (FMI), también se está preparando para un posible rescate económico de Venezuela.
El organismo prevé que el país suramericano pudiera requerir unos USD $30.000 millones anualmente en ayuda internacional para poder recuperarse del maltrato económico y financiero implementado por el “socialismo”.
El mayor obstáculo para poder rescatar a Venezuela es el mismo régimen de Nicolás Maduro, que está aferrado al poder y que no admite ayuda humanitaria internacional. Él asegura que el país suramericano enfrenta una supuesta “guerra económica” y que no está en crisis.
Países toman medidas humanitarias
Además de Colombia y del FMI, naciones como Canadá, Perú y Brasil han anunciado diferentes tipos de ayuda para los venezolanos; no solo ante una inminente implosión social sino ante una migración masiva.
Este martes 23 de enero, Canadá aprobó recursos para asistencia humanitaria. Chrystia Freeland, ministra de Comercio Internacional de Canadá, anunció la donación de 500.000 dólares a Venezuela para atender la crisis.
Anunció que los recursos serán utilizados para ofrecer asistencia médica y para ayudar a los ciudadanos que necesitan medicamentos.
“Durante la reunión del Grupo de Lima sobre Venezuela, Ministra Freeland anunció un adicional de 500.000 dólares en asistencia humanitaria para proporcionar asistencia médica de emergencia y medicamentos a los venezolanos más vulnerables y afectados por la crisis”, dijo el departamento de desarrollo.
Sin embargo, hasta el momento se desconoce de qué manera se llevará a cabo la entrega y distribución de dicha ayuda, debido a que el régimen de Nicolás Madura se niega a abrir un canal humanitario con la excusa de una supuesta “intervención extranjera”.
Pero Colombia y Canadá no son las únicas naciones que buscan alternativas para ayudar a los venezolanos; este 24 de enero también se conoció que el gobierno de Perú le abrió la puerta a miles de migrantes de manera incondicional.
El gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski decidió ampliar el plazo para solicitar el Permiso Temporal de Permanencia (PTP) para venezolanos que deseen migrar a ese país hasta el 31 de diciembre de 2018.
Brasil, por su parte, es otra nación que ante la crisis decidió otorgar residencia temporal a venezolanos que huyen de su país. En marzo de 2017, promulgó una resolución vigente durante un año y con opción de ser prorrogable.