En medio de una crisis sin precedentes con una histórica hiperinflación que alcanzó la más alta cifra de 24.500 %, los venezolanos hallaron la manera de huirle al bolívar y sortear así el control de cambio.
Mientras el régimen de Nicolás Maduro ingenia métodos para controlar y adquirir divisas con remesas del exterior, el ciudadano de a pie ha logrado burlar los controles con cuatro modos diferentes que dejan en evidencia que ya en Venezuela no existe un verdadero control de cambio.
La salida es comprar dólares en el mercado negro o a través de “casas de cambio digitales”, comprar criptomonedas, trabajar como freelancers para empleadores en el exterior o, en su defecto, viajar para trabajar y regresar al país con divisas.
Método 1: comprar dólares de todos los modos posibles
En Venezuela existe desde 2003 un control de cambio que prohíbe a la gente comprar o vender dólares, que es una moneda universal. Como en todo control, aparecen mercados negros con otra cotización del dólar que es hasta 10 veces superior al cambio oficial, por esa razón los venezolanos prefieren vender las divisas en el mercado paralelo.
Pero tras los avances teconológicos ahora también existe AirTM, una opción que ha sido bloqueada por el régimen de Nicolás Maduro, pero que se ha logrado sortear al modificar la dirección IP de los usuarios gracias a la herramienta VPN. AirTM es un servicio que permite cambiar dólares a cualquier divisa local o viceversa.
Funciona así: los venezolanos con sus cuentas en bolívares cambian su dirección IP y se registran en AirTM. Luego de ello, transfieren su dinero a una billetera en dicha página y allí se hace el cambio a divisas, sin intermediarios y con una mejor tasa a la establecida por DolarToday, portal digital con un precio referencial de dólar en el mercado negro.
Este es un método sencillo que han adoptado hasta grandes empresas que deciden mantener el valor de su dinero y no dejar que el bolívar se les desmorone.
Tal es el caso de un reconocido hotel en Caracas que una vez a la semana transfiere los bolívares en sus cuentas a su billetera en AirTM y los convierte en dólares; así con el paso de los días la moneda venezolana se devalúa pero la divisa no.
“Es una especie de refugio financiero para que el dinero no pierda valor, depositas en bolívares y los cambias a divisas, y luego si necesitas bolívares los vuelves a cambiar”, explicó un representante del hotel que prefirió mantenerse en el anonimato.
Método 2: comprar criptomonedas
Otro método que cada día tiene mayor aceptación es el de comprar criptomonedas con bolívares no solo con la intención de ahorrar, sino también con el objetivo de invertir.
Una criptomoneda o criptodivisa es un medio digital de intercambio que muchos comparan con la compra del oro, pues el valor de una moneda como el bitcoin fluctúa rápidamente.
Para comprar bitcoin los venezolanos ingresan a un portal digital llamado Localbitcoins, que es una especie de mercado libre de la criptomoneda donde se pueden “subir” los bolívares y hacer el cambio. Para poder hacerlo se necesita una cartera digital o wallet para almacenar las criptomonedas.
“En cuanto recibo bolívares compro criptomonedas que sirven para invertir a largo plazo como si fuera oro, a veces su valor baja y es el momento para comprarlas, y cuando sube es el mejor momento para retirarlas o cambiarlas a otras monedas, cualquier cosa es mejor que tener bolívares”, señaló a PanAm Post, Jesús González quien ya tiene un año comprando criptomonedas.
Método 3: trabajar como freelancers a empleadores extranjeros
Un descubrimiento que han hecho algunos empleadores fuera de Venezuela es que los ciudadanos de ese país se han convertido en mano de obra “buena y barata”, pues cuentan con una preparación en excelentes universidades y pueden trabajar desde su país por bajos sueldos en dólares y adquiriendo divisas, para poder mantenerse y sobrevivir a la crisis.
En medio de la crisis económica, los jóvenes venezolanos han dejado las oficinas y los trabajos formales para dedicarse a labores independientes como freelancers. Esta decisión se debe a la posibilidad de ganar, en un par de horas, lo que ganarían en un mes de trabajo tradicional en Venezuela.
Un salario mínimo en el país, dependiendo de la tasa de cambio a la que se calcule, puede equivaler de 1 a 3 dólares al mes, mientras que el sueldo por un trabajo freelance puede alcanzar los USD $100 o más.
Para conseguir este tipo de trabajos existen páginas como Hivework, Upwork, Steemit y Freelancer; allí los venezolanos ofrecen sus servicios desde diseños o community manager, hasta traducciones, redacciones y transcripciones. En la mayoría de los casos reciben criptomonedas, y en otros reciben pagos en dólares en cuentas en el extranjero.
Método 4: viajar al exterior y trabajar por temporadas
Tras la dificultad de adquirir divisas, algunos venezolanos descubrieron un particular modo de hacerlo. Ahora muchos de ellos buscan trabajo temporal en países cercanos para poder ahorrar dinero y salir a flote junto a sus familias.
Hay que recordar que el chavismo instauró un severo control de cambio donde solo para acceder a dólares los ciudadanos de a pie deben acudir al mercado negro en un país donde el salario neto mensual es de USD$ 2. Lo que significa que si un venezolano quisiera adquirir un dólar debe de disponer de todo su salario de un mes sin comer, recrearse o vestirse.
Curazao, Aruba, Trinidad & Tobago, Miami (EE. UU.) y República Dominicana son los principales destinos de “ida y vuelta” para quienes encontraron en parte la solución a sus problemas.
Lo que están haciendo muchos venezolanos es que llegan a estos países, consiguen trabajo en cualquier oficio, ganan unos cuántos dólares y regresan a Venezuela con dos intenciones, unos se quedan y viven de la venta del dólar en el mercado negro, y otros solo ahorran lo que ganaron en el exterior para poder emigrar.
Tal es el caso de Andrés Ramírez, quien es padre de familia de tres hijas. Jesús decidió renunciar a su trabajo en Venezuela; ha viajado dos veces en este año a Curazao y durante el mes de permanencia que le permite Migraciones trabajó de mesonero, bartender, también ayudó en la instalación de cámaras de seguridad y hasta en el ramo de la construcción.
Como Curazao permite la estadía de venezolanos solo por 28 días continuos y 90 al año, lo que hace es trabajar durante ese mes y luego regresar a su país. Su intención es acumular la mayor cantidad de dinero para luego mudarse a otro país y empezar de cero.