Hamilton Mourao, futuro vicepresidente brasileño, aseguró que su país ofrecerá militares para las tropas que la ONU deberá enviar a Venezuela luego de que en el exterior se forme un Gobierno de transición.
Mourao aseguró que Maduro será derrocado y ante el hecho, la ONU deberá actuar con “enviados especiales de paz”, medida en la que aseguró se verá el papel de Brasil.
Las recientes declaraciones del próximo vicepresidente brasileño coinciden con las de Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, quien aseguró que la solución a la crisis venezolana es que Maduro sea derrocado.
Bolsonaro aseveró: “los inmigrantes que llegan a Brasil, llegan huyendo de una narcodictadura, huyendo del hambre, de la falta de medicina. Entonces, un primer punto, es un tema humanitario. Yo sé que es difícil, pero de alguna manera tenemos que acoger a nuestros hermanos venezolanos que están llegando”.
Asimismo, indicó que Brasil y Naciones Unidas “pueden hacer proyectos para acoger a estos inmigrantes, es el primer paso. El segundo, no reconocer las últimas elecciones en Venezuela. Después, formar un Gobierno de transición en Colombia, o en Brasil o en la OEA y entonces hacer presión junto con otros países para que Maduro salga. No quiero que muera, me gustaría que se fuera a otro país”.
El diputado más votado de la historia brasileña también insistió en que “no podemos ser cómplices de una narcodictadura” y consideró que “en algún punto los propios venezolanos se van a rebelar”.
Eduardo Bolsonaro dejó claro que su país no declarará la guerra a Venezuela. “Poner tanques, militares para invadir Venezuela, eso no va a pasar”.
Y es que con Jair Bolsonaro, en la presidencia, Brasil sería el primer país suramericano en sancionar a Maduro. El nuevo presidente brasileño podría ser ese aliado de Donald Trump que termine asumiendo un liderazgo internacional contra Maduro. Podría anunciar medidas contra la dictadura y entonces reforzar las tensiones diplomáticas con el Gobierno venezolano, con el cual comparte fronteras.
Hay que destacar que recientemente Eduardo Bolsonaro viajó a Estados Unidos para analizar la posibilidad de emitir sanciones económicas contra funcionarios cubanos y venezolanos ligados a la dictadura.
En declaraciones al diario brasileño O Globo, señaló que hay “varios instrumentos” que durante años “no se tomaron en serio” y que podrían servir para “congelar todo lo que pasa por las dictaduras cubana y venezolana”.
Al ser consultado sobre si la Convención de Palermo permitiría que Brasil realizara un bloqueo de capitales de los mencionados países, E. Bolsonaro dijo creer que sí, y que en caso contrario se buscarán alternativas.
Vienen sanciones
Ante la proximidad del 10 de enero, fecha en la que Maduro perdería total legitimidad, los gobiernos democráticos del mundo preparan acciones conjuntas para presionar aún más a la dictadura de Venezuela.
Por un lado, la Unión Europea acordó una línea común de actuación respecto a la toma de posesión ilegítima de Maduro. Avanzan en conformación de un Grupo de Contacto para intentar crear condiciones para un proceso político.
A lo anterior, hay que sumarle que el pasado viernes, el canciller peruano Néstor Popolizio, quien lidera el Grupo de Lima, anunció que propondrá a los países de la región romper relaciones diplomáticas con el régimen de Maduro, aplicar sanciones económicas e impedir la entrada de funcionarios del régimen de Venezuela a sus países.
Queda esperar cuáles serán las acciones que tomarán por parte de los gobiernos del mundo a partir del 10 de enero.
De los 76 países con democracia plena, según el Índice de Democracia de The Economist en 2018, 54 desconocen la última elección presidencial en Venezuela. Los países que la reconocieron fueron regímenes autoritarios e híbridos.