La Unión Europea (UE) dio un supuesto ultimátum al régimen de Nicolás Maduro. Lo amenazó con imponer nuevas sanciones si no se registran resultados concretos entre el chavismo y la oposición en el diálogo que mantienen en Barbados.
El organismo europeo, que finalmente validó el informe de Michelle Bachelet sobre la violación a derechos humanos en Venezuela, prefiere esperar por resultados en el diálogo auspiciado por Noruega que sancionar a los responsables de la crisis que enfrenta el país suramericano. Entre tanto, el régimen de Maduro aumenta el número de presos políticos y se afianza nuevamente en el poder.
#AHORA #VenezuelaenBarbados tiene que producir “resultados concretos durante negociación de #Noruega sino la #UnióEuropea amenaza con imponer sanciones a #Venezuela uniéndose a #EEUU en ese frente @VOANoticias
— CELIA MENDOZA (@CELIAMENDOZA25) July 16, 2019
“En caso de que no obtengan resultados concretos en las negociaciones en curso, la UE ampliará aún más sus medidas restrictivas”, indicó la jefe de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en una declaración en nombre de los países europeos.
Alta Rep. para Política Exterior de la Unión Europea: “En vista de la grave situación cómo fue reportada por la Alta Comisionada para #DDHH de la ONU, la UE está lista para empezar a trabajar en sanciones personales para los involucrados en tortura y graves violaciones de DDHH”.
— Mariano de Alba (@marianodealba) July 16, 2019
Además, señaló la importancia de “alcanzar con urgencia un resultado que permita unas elecciones transparentes y supervisadas internacionalmente”.
Pese a que la UE tiene constancia de las violaciones a los derechos humanos perpetrados por la dictadura chavista, prefiere esperar por el diálogo sin hablar de plazos ni fechas. Pide “resultados concretos” pero no explica exactamente a qué se refiere con ello. La amenaza pareciera ser ambigua, pues dichas negociaciones podrían durar meses o, peor aún, años.
Hay que recordar que el régimen de Maduro ha usado los diálogos para perpetuarse en el poder. Mientras asegura que está dispuesto a negociar, detiene a personas cercanas a Guaidó y los acusa de impulsar un supuesto “golpe de Estado”. Asimismo, asesina a presos políticos y reprime a la disidencia.
La UE ha preferido pausar las sanciones contra el régimen, a pesar de que en 2017 sancionó a 18 funcionarios venezolanos e impuso un embargo de armas al país. Sin embargo, mantienen sus amenazas para “los miembros de las fuerzas de seguridad implicados en torturas y otras violaciones graves de derechos humanos”.
El papel de la UE se ha vuelto confuso en el marco de la lucha por la democracia en Venezuela, pues en lugar de sancionar a los culpables, les otorga tiempo y el beneficio de la duda; a la vez que aboga ante Estados Unidos para que retire las sanciones que este país ha impuesto contra el chavismo.
Josep Borrell: “Tiempo habrá si esas negociaciones no prosperan para hacerlo [que la Unión Europea imponga sanciones], pero esas negociaciones tampoco pueden ser un escudo protector para los responsables de un acto tremendo, concreto y preciso”.#Venezuela
— Mariano de Alba (@marianodealba) July 15, 2019
La Unión Europea todavía cree que bajo la dictadura es posible llevar a cabo unas elecciones democráticas. Una posibilidad que quedó anulada luego de que Maduro usurpara el poder con un fraude electoral.
Aunque la mayoría de los países democráticos del mundo reconocen a Juan Guaidó como presidente (e) de Venezuela, y también han sido testigos de las violaciones a derechos humanos en ese país, la UE prefiere no sancionar a Maduro y darle una nueva oportunidad de diálogo a través de un supuesto Grupo de Contacto, al que consideran la “única iniciativa política existente” que tiene acceso a todas las partes.
Mientras los países del Grupo de Contacto abogan por un diálogo, a pesar de que han existido más de cuatro intentos que han sido infructuosos, el Gobierno de Donald Trump, que ha mostrado su compromiso con la causa democrática en Venezuela, le pidió a la UE que incremente las sanciones para aumentar la presión contra la dictadura.
«Hemos pedido a los gobiernos de Europa y otros lugares que revisen esta pregunta e impongan más sanciones (…) En algunos casos, para que tomen en cuenta las visas para los representantes del régimen de Maduro. Y espero que más gobiernos sigan esta línea», dijo en marzo el representante especial de los Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams.
A la espera de resultados
De manera oficial se han llevado a cabo al menos cuatro jornadas en el marco de los diálogos entre el chavismo y la oposición auspiciados por Noruega. No obstante, aún no se conocen avances, se mantiene el hermetismo y lo único evidente es que Maduro sigue en el poder.
La dictadura en Venezuela ha encontrado la fórmula para retrasar sanciones internacionales en su contra: mientras afirma que está dispuesta a negociar con Guaidó, distrae a la comunidad internacional del principal objetivo: salir del régimen que ha causado la mayor crisis humanitaria de la región y el mayor éxodo de refugiados en la historia de América Latina.
Jorge Tricás, profesor de sociología política de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), le explicó al PanAm Post que con los diálogos lo único que se ha logrado es que el chavismo gane tiempo e imagen:
Lo que está en juego es prolongar la estancia de la tiranía en el aparato del Estado. Si tú planteas unas elecciones en nueve meses significa que ya Maduro ha ganado tiempo. Pero lo importante es que aquí ganar tiempo supone ganar imagen. El chavismo quiere mejorar la imagen y cuando tú aceptas y promueves ir a un diálogo conviertes al enemigo en justo y razonable.
Tricás señaló que las negociaciones le sirven a Maduro para pasar de ser visto como un criminal a ser un “enemigo razonable”. “Esa es una imagen que te da tiempo”.
«No se trata de un diálogo cuando el oficialismo no está dispuesto a ceder. Cuba, por ejemplo, tiene una imagen bondadosa internacional con el deporte o la cultura, pero esa imagen no se corresponde con lo que sucede en la isla, y eso es lo que quiere lograr la tiranía con estas reuniones en Barbados», finalizó Tricás.