El expresidente Álvaro Uribe Vélez pasó de denunciar a ser investigado por presunta fabricación de falsos testigos. En este proceso, el líder de la derecha colombiana ha sido “chuzado” por una Corte que solo responde que la interceptación de su teléfono ocurrió por “error”—un error de un mes—, y que a pesar de no haberse hecho de manera legal, las grabaciones serán utilizadas en el caso que se lleva en contra del exmandatario.
El ahora senador también ha visto cómo la justicia filtra información a los periodistas más antiuribistas del país, quienes transcriben mal los audios para acusar al expresidente de cosas que nunca sucedieron.
El exmandatario, y el país, han visto cómo un senador de izquierda, Iván Cepeda, pide 21 veces permiso para visitar en la cárcel al testigo estrella en el caso contra Uribe. Eso a la Corte no le parece sospechoso. Así como tampoco le parece sospechoso que quien ha sido visitado tantas veces por Cepeda tenga un reloj de última tecnología, que logra entrar a la cárcel para grabar conversaciones con las que intenta implicar a Uribe en una supuesta manipulación de testigos.
Así comienza la historia
En el 2012 el expresidente Uribe Vélez denunció al congresista Iván Cepeda por manipulación de testigos. El líder de la derecha colombiana presentó pruebas que evidenciaban que el parlamentario de izquierda estaba presionando a exparamilitares presos para que declararan en contra de Uribe y lo vincularan con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Uribe aportó como prueba los testimonios de por lo menos cinco exparamilitares que afirmaban que Cepeda los había presionado para declarar en contra del expresidente. Todos aseguraban que el senador de izquierda les había ofrecido beneficios jurídicos, económicos, medidas cautelares e incluso sacarlos del país.
Los testigos que querían comprar
- El “Tuso Sierra”
El exparamilitar Juan Carlos, “El Tuso” Sierra, uno de los más grandes narcotraficantes colombianos, quien pagó prisión en EE. UU. y después de colaborar con información llegó a un acuerdo con la justicia de ese país, el 1 de agosto de 2018 le envió una carta a la Corte Suprema de Justicia comunicando que varias personas, entre ellas el senador Iván Cepeda, le ofrecieron beneficios a cambio de que declarara en contra del expresidente Uribe.
En dicho comunicado, el exjefe de las AUC asegura que: “estando recluido en la prisión federal de Washington Correctional Treament Facility, recibí la visita oficial de los señores Iván Cepeda, Piedad Córdoba y Rodrigo Lara quienes me pidieron que rindiera una declaración contra el señor Álvaro Uribe Vélez, por los presuntos vínculos de éste con grupos armados al margen de la ley. A cambio de mi declaración, ellos se comprometían a gestionar y conseguir asilo político para mi familia en Suiza”.
- Ramiro de Jesús Henao
Henao, otro exparamilitar, paga en Colombia una condena de 40 años y asegura haber sido buscado en la cárcel por el senador Cepeda, quien, según afirma, le ofreció beneficios a cambio de declarar sobre supuestos nexos de Uribe con el paramilitarismo.
«Vino a la cárcel de Itagüí (el senador Cepeda), nos hizo ofrecimientos jurídicos, administrativos y económicos a cambio de que me dejara grabar un vídeo donde involucrara a Álvaro Uribe Vélez en hechos, y que les diera información como fechas, nombres y hechos concretos y acciones del Bloque Metro para él tener esa información para manipular», dice el narcotraficante.
- Gabriel Muñoz Ramírez, alias ‘Castañeda’
Alias “Castañeda” fue jefe de Henao en el Bloque Metro de las AUC, también paga una condena en Colombia y, al igual que los dos casos citados anteriormente, asegura que Cepeda lo visitó en la cárcel y lo presionó para perjudicar al expresidente Uribe.
El exparamilitar declaró que Cepeda le dijo lo siguiente: “Bueno Gabriel [en referencia a alias “Castañeda”], yo quiero que usted, que usted me apoye sobre un proceso o sobre unas cosas que tengo con el doctor Álvaro Uribe (…) A usted lo han sacado mucho de esta cárcel. Yo le doy un papelito a usted y le anoto qué es lo que va a hablar del doctor Álvaro Uribe (…) Yo lo pongo a vivir en una cárcel, en donde usted quiera y le traslado a la familia para otro país (…) Yo le traslado lo que sea”.
Por las declaraciones de Henao y Muñoz Ramírez, en el 2015 el procurador General de la Nación, formuló pliego de cargos contra Cepeda. Sin embargo, en un giro inesperado, la Corte Suprema decidió archivar el caso de Cepeda y abrir una investigación contra el expresidente. Ahora es Uribe el acusado de manipular testigos.
El testigo estrella en el caso contra Uribe
La Corte Suprema de Justicia de Colombia le tomará indagatoria al expresidente Uribe el 8 de octubre, en el marco de una investigación por presunta manipulación de testigos. El testigo estrella es Juan Guillermo Monsalve, un bandido que se quiso hacer pasar por paramilitar —para recibir beneficios de la justicia—, pero se comprobó que nunca perteneció a las AUC y ahora paga condena en La Picota.
Monsalve es hijo de quien hace mucho fue administrador de la hacienda Las Guacharacas, propiedad de la familia Uribe y lugar donde las FARC asesinaron al padre del expresidente colombiano. Monsalve ha dicho ante la justicia que en esa propiedad se reunían Santiago y Álvaro Uribe para planear delitos, y que fue allí donde los hermanos iniciaron el Bloque Metro de las AUC, grupo criminal al que se ha comprobado que el testigo estrella no perteneció. Además, el padre de Monsalve ha desmentido la versión de su hijo.
Pero lo relevante en el proceso contra el expresidente no son sus fantasiosas acusaciones sobre que Uribe fue el creador de las AUC, sino que el interés de la Corte tiene que ver con el señalamiento de Monsalve de que entre febrero y abril de 2018 el abogado Diego Cadena, en nombre de Uribe, lo visitó al menos en tres oportunidades para, supuestamente, pedirle grabar un video o firmar un documento para retractarse de su testimonio contra el expresidente.
El abogado de Uribe cae en la trampa
Monsalve no está solo, tiene el apoyo de Cepeda. El parlamentario y enemigo político de Uribe pidió 21 veces permiso para visitar al preso Monsalve. ¿Por qué un senador de izquierda, acusado por Uribe de buscar en las cárceles falsos testigos, se reúne tantas veces con el testigo estrella del caso contra el expresidente?
Pero, además, Monsalve usó un reloj de última tecnología para grabar conversaciones en la cárcel. Efectivamente se reunió con uno de los abogados de Uribe y registró las conversaciones con un reloj grabadora. ¿Quién tiene el dinero y el poder para facilitarle la entrada a la cárcel de un aparato como ese?
La versión de Monsalve es que Diego Cadena, el abogado de Uribe, lo fue a buscar para presionarlo y lograr que se retractara de sus acusaciones contra Uribe. Cadena asegura que Monsalve le mandó mensajes de querer confesar la verdad y por eso asistió a la cárcel.
Queda esperar qué dicen las grabaciones, pero al respecto hay dos asuntos de fondo supremamente preocupantes. El primero es que evidentemente era una trampa, por algo el bandido de Monsalve estaba preparado con un reloj grabadora. El segundo es que en este país la justicia, incluyendo a la Corte, ha estado envuelta en tremendos escándalos como el Cartel de la toga, que no nos permiten a los colombianos confiar en lo que dicen los jueces.
Ya son varios los escándalos e investigaciones judiciales que se han abierto a personalidades del Centro Democrático, a quienes después de destruirles su futuro político no les pueden comprobar nada y los absuelven.
Cadena cayó en una trampa, la misma en la que cayó el representante a la Cámara Álvaro Hernán Prada, pero el intento se hizo con varias personalidades cercanas a Uribe que fueron contactadas, algunas por parte del señor Monsalve, y a otros solo se les habló de “un testigo” que desde la cárcel tiene cosas muy importantes para decir.
La intención en todos los casos era terminar relacionando a personalidades cercanas a Uribe con Monsalve. El congresista Prada cayó en esta invitación y se reunió con un señor que supuestamente era el enlace con Monsalve, por eso hoy también es investigado por la Corte. Pero aunque el representante a la Cámara accedió a ir a esa reunión, en conversaciones escritas queda claro que quien buscó el contacto fue el señor Monsalve y que de parte de Prada no se le ofreció nada al “testigo estrella”.
Lo evidente es que alguien buscaba relacionar a personas cercanas a Uribe con Monsalve para luego decir que el expresidente intentaba manipular testigos. Al otro abogado de Uribe, a Lombana, mucho más experimentado que Cadena, también intentaron contactarlo, pero no cayó en la trampa.
Las chuzadas a Uribe
Decía antes que en Colombia es muy difícil creer en la justicia, ya que algunos magistrados son increíblemente descarados. Una de las pruebas contra Uribe son las interceptaciones hechas a su teléfono. Que se realizaron, según dice la Corte, “sin querer”.
Según la versión de la Corte, se quería interceptar el teléfono del congresista Nilton Córdoba, pero por error terminaron interceptaron el teléfono del expresidente. «Que no haya resultado el teléfono que nos ocupa, el del representante Nilton, sino del senador Uribe, es un asunto imprevisto», dijo el magistrado Barceló sobre por qué la Corte terminó interceptando al expresidente Uribe.
A pesar de que evidentemente se tuvieron que dar cuenta muy rápido de que habían interceptado el teléfono equivocado, siguieron haciéndolo y hoy esas grabaciones serán tenidas en cuenta en el caso contra el expresidente. A Uribe le interceptaron el teléfono durante 30 días, “por equivocación”.
“Chuzar” a alguien no es un asunto cualquiera y tiene que ser algo hecho de manera legal y porque hay un acervo probatorio que lo amerite. Cosa que por su puesto no había, por eso la Corte dice que la interceptación fue un “error”.
Estamos ante una Justicia tan descarada que dice que por error interceptó a un expresidente y que no se dio cuenta que lo hizo durante un mes, pero que ya que están las grabaciones, estas van a ser tenidas en cuenta. Este tipo de cosas no pasaría en ningún lugar con una justicia decente, pero bueno… es que en Colombia en vez de una Justicia decente tenemos el “Cartel de la toga“.
Todo esto solo deja claro algo: no importa cómo, no importa si hay que mentir y sin vergüenza alguna actuar en la ilegalidad, lo único importante es que Uribe vaya a la cárcel.