
En el año 2015 la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas de Chile (Juaneb) se encargó de fabricar una Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE) para 2,5 millones de estudiantes de todo el país, a raíz del proceso de modernización de los pases escolares. Sin embargo, en un informe de la Contraloría General de la República esta entidad señalan las acciones y omisiones de las autoridades que “generaron un desmedro económico cuantificable”, el detrimento se calcula en USD $859 millones. Eso significa que el 12 % del total de las tarjetas (313.359) fueron otorgadas a beneficiarios que no cumplían con los requisitos para recibirlas, eso era estar acreditado como alumno regular.
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Para la época en que se entregaron las TNE el responsable de la Juaneb era José Miguel Serrano, quien en la actualidad tiene una investigación abierta en el Consejo de Defensa del Estado (CDE) y es investigado por el Ministerio Público por “presunto fraude al fisco” debido a recurrentes irregularidades en las licitaciones del Programa de Alimentación Escolar de la institución que dirigía.
Además de lo anterior, el organismo de control señaló que la Juaneb no tuvo el control sobre la integridad de datos y ejerció una adecuada supervisión de las empresas encargadas de distribuir estos pases, por lo cual hubo un incumplimiento en la entrega de estos.
Por si fuera poco, en las 67 páginas se señalan lo siguiente: la Juaneb se encargó de ordenar la fabricación de 195 pases estudiantiles para personas fallecidas; 1.580 de los beneficiarios del Rol Único Nacional no se encuentran en las bases de datos del Registro Civil; 739 usuarios se encontraban con una edad incompatible con la categoría de los pases escolares y que 538.000 tarjetas fueron fabricadas con un retraso de 120 días o más.
El director actual del Juaneb, Cristóbal Acevedo, explicó que cuando asumió su cargo existían 200.000 tarjetas de estudiantes que no habían sido entregadas. También comentó que lo primero que hizo fue regularizar eso y realizar algunas modificaciones. Además, señaló que se detectaron otras fallas provenientes del 2015, antes de que la Contraloría difundiera ese informe final.
“Este año confeccionamos la tarjeta en la medida que la institución confirmó que el potencial beneficiado era alumno regular y hemos buscado mecanismos que nos den más seguridad que otros”. Entre ellos mencionó al Registro Civil. Dijo que para el 2017 esperan llevar a cabo algunas innovaciones, como la entrega de los pases por medio de una carta certificada y la creación de una oficina virtual en donde los alumnos podrían chequear el estado de su trámite del pase, además de sacarse la foto.
Fuente: La Tercera