
Los venezolanos que están buscando vías de escape de su disfuncional economía socialista están inundando el remoto pueblo brasileño de Pacaraima, en busca de productos básicos que son prohibitivamente caros en casa o sólo disponibles después de horas de espera en enormes filas.
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Los compradores han estado haciendo el viaje desde hace meses principalmente desde la ciudad industrial de Puerto Ordaz, viaje que en autobús puede tomar 12 horas, pero últimamente también están llegando desde regiones más remotas. Cada vez más venezolanos se quejan de que la escasez y las largas colas les prohíben hacer tres comidas diarias.
Así nuestros hermanos de VENEZUELA tienen que ir a otros países a buscar algo comida.
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Los bajos precios del petróleo y los enormes costos de servicio de la deuda han dejado al país sin dólares para importar suficientes bienes, mientras los controles de precios y de divisas han paralizado la industria local.
La oposición culpa al presidente Nicolás Maduro de la crisis e intenta deshacer su dictadura a través de un referéndum revocatorio, el mandatario alega que es víctima de una “guerra económica” liderada por Estados Unidos.
Las puertas que se abren y cierran para los venezolanos
Presionadas por los residentes, después de que Maduro cerró la frontera occidental con Colombia el año pasado, las autoridades venezolanas permitieron el paso temporal de cientos de miles de personas, pero desde Bogotá se dijo que no permitiría más de estas reaperturas luego de una avalancha de más de 100.000 compradores a ciudades colombianas.
Comprar la canasta de comida cuesta 15 salarios en Venezuela https://t.co/uzIDJkfd4p pic.twitter.com/yNYS7gmBO9
— El Siglo (@elsiglogt) August 6, 2016
La frontera con Brasil, sin embargo, nunca se cerró. En Pacaraima, conocida por los venezolanos como “La Línea”, porque está inmediatamente al otro lado de la frontera, las tiendas de comestibles -y hasta de autopartes y animales- ahora están inundadas de pilas de sacos de arroz, azúcar y harina.
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“Es un buen negocio, pero el precio de todo en Boa Vista está subiendo”, dijo Mauricio Macedo, de 26 años, en referencia a la capital del estado Roraima, de donde forma parte Pacaraima. En Pacaraima, el azúcar y arroz se venden hasta 45 % menos del precio de mercado negro de Venezuela, por lo que vale la pena el viaje a pesar de lo ajetreado.
Today: Venezuelans crossing the border to buy food in Colombia., pic.twitter.com/e7YVZ5IBKQ
— Moisés Naím (@MoisesNaim) July 17, 2016
El empleado público José Lara utilizó parte de sus vacaciones este mes para tomar un largo viaje en autobús a través de las vastas sabanas del sur de Venezuela, pero el viaje fue todo menos divertido. Lara tomó un bus durante la noche y, luego, una camioneta pick-up para cruzar la frontera hacia el vecino Brasil en un viaje de 36 horas para comprar alimentos básicos, que son escasos en la Venezuela en crisis.
“Ya los trabajadores no pueden ni disfrutar sus vacaciones. Mira dónde estoy. Comprando comida para mis hijos”, dijo Lara, de 40 años, mientras se preparaba para cargar paquetes de 30 kilos de arroz y harina en un autobús.
Fuentes: Reuters