
México y el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) intentan evitar que sus ciudadanos residentes sin papeles en Estados Unidos sean deportados durante la presidencia de Donald Trump.
Durante una reunión llevada a cabo el 21 y 22 de noviembre en la ciudad de Guatemala, los ministros de relaciones exteriores de esos países conversaron sobre las medidas necesarias para apoyar a sus ciudadanos que viven sin papeles legales en Estados Unidos.
El propósito de dicha reunión es, además de intentar frenar el proceso de deportación, es evitar que las remesas disminuyan. México y Guatemala anunciaron planes para expandir el número de consulados en los Estados Unidos.
Por medio de un comunicado, dado a conocer después de la reunión los cancilleres, hicieron un llamado a los guatemaltecos, salvadoreños y hondureños, para continuar observando y respetando las leyes de los EE. UU., a mantener la calma y no tomar decisiones precipitadas que pongan en riesgo su integridad personal. Además, les sugirieron portar los documentos necesarios y acercarse a sus consulados para recibir servicios y protección consular.
Con mis homólogos del #TriánguloNorte; analizamos acciones conjuntas en favor de nuestros migrantes que están en #EUA.
— Claudia Ruiz Massieu (@ruizmassieu) November 22, 2016
En esa dirección, Claudia Ruiz Massieu, secretaria de relaciones exteriores de México, expresó que su país está en situación de “alerta” y ratificó el compromiso del Gobierno mexicano con la protección de sus compatriotas. México “está en una situación de alerta, por lo que ha fortalecido sus servicios y capacidad para llegar a donde está nuestra comunidad en Estados Unidos”, afirmó durante la rueda de prensa conjunta.
México tiene consulados para sus ciudadanos en los 50 estados de la nación. Acción que los tres países del triángulo norte imitarán, tomando como referencia el sistema de atención que México brinda.
Se estima que en los EE. UU. viven seis millones de emigrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras, y alrededor de 34 millones de mexicanos residen.
Incertidumbre con la Alianza para la prosperidad
La Alianza para la prosperidad es un plan de ayuda social que el presidente saliente Barack Obama impulsó para el Triángulo Norte de Centroamérica. El plan busca invertir en la infraestructura social de esos países para disminuir los incentivos que generan la inmigración ilegal a los Estados Unidos. El monto del proyecto ronda los USD $750 millones.
La duda en este momento es si el presidente electo Donald Trump continuará con la Alianza para la prosperidad y cuál será su política migratoria para Centroamérica. Barack Obama, con su política migratoria ha deportado durante sus ocho años de mandato a casi 2,9 millones de personas con antecedentes criminales. Convirtiéndose en el presidente que más inmigrantes ha expulsado en la historia de los EE. UU.
La Alianza para la Prosperidad fue anunciada a principios de 2015, como una iniciativa de los cuatro países para incrementar la inversión y el comercio, disminuir la violencia y fortalecer sus instituciones.
Fuentes: El País, Washington Examiner.