Tayyip Recep Erdoğan subió al poder en Turquía en 2002. En ese entonces el político logró presentar un programa político que integraba elementos del Islam moderado con democracia y liberalismo económico. En su primer mandato, Erdoğan confrontó a la élite política nacionalista y socialdemócrata dominante de la República de Turquía.
Como Primer Ministro, este líder político conservador se propuso combatir a sectores golpistas, especialmente en el ejército. En materia económica, Erdoğan y sus aliados del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) defendieron la inversión extranjera. A su vez, el AKP argumentaba que los emprendedores tuvieran más facilidades para crear negocios en Turquía. Para 2004, la economía del país creció cerca de un 9 %. Algunos analistas políticos internacionales creyeron que el país se acercaba una vez más a occidente, sin renunciar a sus raíces musulmanas.
No obstante, el régimen fue mutando y mostrando una cara más autoritaria. La corrupción y el capitalismo de amigos fue adueñándose del país. A la vez que Turquía entraba en una espiral de corrupción y autoritarismo, su vecino, Siria colapsaba. Muchos turcos huyeron del país. América Latina recibió a algunos de los disidentes del régimen de Erdoğan.
En el PanAm Post le contamos sobre la difícil situación de los disidentes turcos que viven en América Latina.
El creciente autoritarismo de Erdoğan y sus aliados
Dada la aparente defensa de las reformas de mercado y la defensa de las libertades individuales, algunos liberales turcos apoyaron, en principio, a Erdoğan y al AKP. No obstante, Erdoğan y sus aliados del AKP empezaron a mostrar una cara más autoritaria, especialmente a partir de 2011. En ese año, el gobierno turco expulsó a varios militares del ejército, por sospechar de sus intenciones golpistas. De igual forma, el gobierno turco, comenzó a ejercer censura sobre algunas páginas de Internet y televisión. Desde entonces, muchos disidentes del régimen turco buscaron salir del país.
El siguiente paso en el camino autoritario de Erdoğan sucedió en 2012. En este año, el gobierno turco experimentó masivas protestas en el parque de Gezi, en Estambul. Los manifestantes expresaban su descontento debido a la voluntad del gobierno de Erdoğan de construir un centro comercial en un parque público. La respuesta del gobierno fue la represión. Para ese año, al menos 97 periodistas fueron encarcelados en el país turco. De igual manera, al menos 100 personas resultarían heridas por aparatos de seguridad turca.
Sin embargo, el autoritarismo del régimen turco escaló considerablemente tras el supuesto golpe de Estado de julio de 2016. Tras estos confusos hechos, Erdoğan y su gobierno iniciaron una serie de purgas. El líder político turco cerraría al menos 2000 instituciones incluyendo 35 hospitales, 19 asociaciones gremiales y sindicales, 1,043 escuelas y 15 universidades. Se espera que debido a la victoria de Erdoğan en el referendum de abril de 2017, se adopten nuevas medidas en contra de algunos opositores.
La persecución sería especialmente dura en contra de académicos y empresarios vinculados a la organización Hizmet del clérigo musulmán Fethullah Gülen. Esta organización predica un Islam moderno y abierto al mundo. Razón por la cual, la organización promueve proyectos empresariales y educativos alrededor del mundo. De acuerdo con Erdoğan y sus aliados, el movimiento de Gülen es el responsable del presunto golpe de Estado. Debido a esta persecución política, turcos de diferentes visiones políticas y religiosas han abandonado el país.
Los turcos exiliados en América Latina
Luego de las purgas iniciadas por Erdoğan, grupos opositores del régimen han huido de Turquía. El régimen turco ha intentado detener el éxodo de disidentes mediante prohibir a los académicos de salir de Turquía. El régimen también ha retirado los pasaportes de al menos 50.000 opositores. La mayoría de los exiliados han buscado iniciar una nueva vida en países europeos como Alemania, Países Bajos y Suecia. Y es que en esos países ya existe una comunidad turca considerable. Otros turcos han optado por emigrar a Estados Unidos y Canadá.
Según diferentes miembros de la comunidad turca en América Latina, personas que prefieren que sus nombres no sean revelados, existe un incremento de turcos que buscan iniciar una nueva vida en América Latina. De acuerdo con las fuentes consultadas, una parte considerable de los turcos exiliados hacen parte del movimiento Güllen. La mayoría de estos turcos son empresarios expropiados por el régimen turco, pero también hay académicos. Según las fuentes consultadas, debido a su desconocimiento del español y del portugués, muchos de los académicos llegados a la región están trabajando en restaurantes y cafés. La difícil situación de estos disidentes se agrava porque algunos miembros de su familia no pudieron huir de Turquía debido a que se les retiró el pasaporte.
Los disidentes turcos en América Latina: en búsqueda de una nueva nacionalidad
Muchos disidentes turcos buscan emigrar a países donde ya existe una comunidad turca considerable. Casos relevantes son los de Brasil, Argentina, Panamá y Colombia. Para uno de los exiliados turcos consultados, otra de las causas para elegir estos países, es que los empresarios turcos buscan países donde no se castigue tan fuertemente la inversión. Debido a esta razón, países como Venezuela o Bolivia son menos apetecidos por la comunidad turca.
El gobierno turco ha retirado el pasaporte a algunos disidentes, razón por la cual, ciertos disidentes buscan la nacionalidad en el país latinoamericano donde viven. Sin embargo, lograr obtener una nacionalidad puede ser un proceso lento y lleno de obstáculos burocráticos. En el caso turco, hay un problema extra: algunas embajadas turcas se niegan a ayudar a los disidentes turcos. Esta situación complica aún más los trámites burocráticos de quienes quieren quedarse en la región.
Conclusión
Debido al aumento del autoritarismo en Turquía, muchos turcos abandonan su país. Aunque la mayoría de quienes deben huir del país buscan iniciar una nueva vida en Europa, algunos turcos han decidido instalarse en América Latina. Brasil, Argentina, Colombia y Panamá son algunos de los destinos más apetecidos para los turcos disidentes.
América Latina ha sufrido numerosos problemas políticos y económicos. Muchos latinoamericanos han sido víctimas de dictaduras militares de derecha, regímenes socialistas y guerras civiles. La región ha visto cómo muchos de sus ciudadanos abandonan sus países de origen. Los latinoamericanos saben qué implica dejar sus países de origen e iniciar una nueva vida en lugares distantes. En este sentido, los países de la región pueden abrir sus puertas a inmigrantes de otras regiones que quieren vivir y trabajar en paz en la región, sin exigir derechos especiales.