
El Congreso colombiano es fuente constante de escándalos. En un país donde gran parte de la población gana unos USD $265 mensuales, los congresistas colombianos podrán recibir USD $10.000 como salario. Los miembros del legislativo colombiano ganan salarios más altos que sus colegas británicos, suecos, suizos o españoles. Pero además de recibir salarios elevados, y mejores prestaciones que la gran mayoría de los colombianos, los congresistas tienen numerosos privilegios pensionales. Altas pensiones, bajas cotizaciones al sistema y jubilación temprana son varios de los privilegios que han tenido los excongresistas colombianos. En el PanAm Post comparamos las pensiones de los congresistas colombianos con las de otros lugares del mundo.
La ley 4 de 1992: los privilegios pensionales de los congresistas colombianos
Los colombianos han tenido que pagar los excesos pensionales de los ex congresistas. Mediante la ley 4 de 1992, los congresistas colombianos establecieron para sí una serie de privilegios. Según esta ley, los congresistas debían pensionarse con el 75 % del ingreso mensual que percibieron durante el último año trabajado. El resto de los colombianos recibe como pensión un promedio de salarios sobre los cuales cotizó durante los 10 años antes de la jubilación.
Los congresistas también legislaron a su favor para pensionarse de forma temprana. Los congresistas de sexo masculino podían recibir su pensión a los 55 años, mientras que las congresistas a los 50. En el momento en el que se expidió la ley 4 de 1992, los hombres colombianos se pensionaban con 60 años, mientras que las mujeres a los 55. Es decir, los congresistas se pensionaban cinco años antes que los demás ciudadanos.
Las reformas pensionales para los congresistas: paños de agua tibia
Dados estos excesos, en 2005, las leyes colombianas fueron modificadas. Desde entonces, existe un tope pensional para los empleados públicos. Bajo este enfoque, los congresistas no podrían recibir más de 25 salarios mínimos mensuales. No obstante, excongresistas y funcionarios del Congreso y accedieron a elevadas pensiones gracias a diversas acciones legales.
En 2013, la Corte Constitucional buscó regular las llamadas “megapensiones” haciendo efectivo que las pensiones de los congresistas no superaran los 25 salarios mínimos. Antes del pronunciamiento de la Corte, unas 2.400 personas recibían pensiones superiores a COP $15.000.000 (unos USD $7500 de la época). Esta situación implicaba que un excongresista pensionado pagaba por un 25 % de lo que recibía.
La situación actual
En un país donde sólo el 23 % de las personas que llegan a la tercera edad recibe una pensión, los congresistas siguen recibiendo amplios beneficios. A pesar de las reformas, los congresistas colombianos pueden llegar a recibir millonarias pensiones. La pensión máxima en Colombia es de COP $18.442.925 mensuales (USD $6.100) para 2017. Es decir, 25 veces el salario mínimo. A un congresista colombiano le toma diez años de trabajo en el Congreso para lograr la máxima pensión.
De acuerdo con el normograma de Colpensiones, página actualizada en mayo de 2017, los congresistas hombres se pensionan a los 60 años, mientras que una mujer congresista se pensiona a los 55 años. Hoy en día la edad de jubilación para los ciudadanos del común en Colombia es de 57 años para las mujeres y 62 para los hombres. Por lo tanto, según Colpensiones, los congresistas se pensionan dos años antes que los ciudadanos colombianos del común.
La ley protege de tal manera los intereses de los legisladores, que algunos excongresistas han recibido una pensión con menos de un año de actividad legislativa. Ese fue el caso de Fernando Rueda Franco, congresista por 49 días, quien demandó al Estado por no recibir una pensión del 75 % de su último salario como congresista. En un largo proceso judicial, Rueda alcanzó a recibir pensiones de congresista con el 75 % del salario de un legislador. Sin embargo, Rueda Franco terminó por perder el caso. A pesar de perder el caso, el excongresista recibió del Estado COP $1.000 millones (USD $331.000) como retroactivo.
En 2015, varios excongresistas exigieron un aumento pensional de unos COP $5.000.000 (USD $1666). Entre los excongresistas que apoyaron la propuesta se encuentran santistas, conservadores y uribistas como Aurelio Iragorri, Jorge Visbal Martelo y Hernán Andrade. Afortunadamente para los contribuyentes, el proyecto no fue aprobado.
Las pensiones de los congresistas en Brasil
En casi toda la región, las leyes protegen a los congresistas. La situación de los congresistas que se pensionan en Brasil también son extravagantes. En Brasil, un congresista puede recibir hasta BRL $33.700 (USD $10.171) mensuales, casi el doble de la máxima pensión colombiana. Sin embargo, a un legislador brasilero le tomarían al menos 35 años de trabajo en el Congreso para lograr la máxima pensión.
Para que un exdiputado brasilero logre obtener la máxima pensión parlamentaria, en Colombia (USD $6100), necesitaría trabajar al menos durante 17 años como parlamentario en su país. En Colombia, luego de 2013, a un parlamentario le tomarían apenas 10 años para ganar la máxima pensión. En Brasil, las funcionarias públicas se jubilan a los 60 años mientras que los funcionarios se jubilan a los 65. Es decir, que los congresistas colombianos reciben su pensión cinco años antes que los brasileros.
Las pensiones de diputados y senadores europeos en perspectiva
Los legisladores españoles son tratados como ciudadanos corrientes y no reciben privilegios. Los privilegios pensionales de los congresistas españoles fueron abolidos en 2012. En la actualidad los diputados y senadores españoles reciben del erario público el dinero cotizado a lo largo de su vida laboral.
Dado que los parlamentarios españoles ya no tienen privilegios, si aportan el dinero suficiente durante toda su vida, pueden acceder a la pensión máxima de la seguridad social española. La pensión máxima de la seguridad social española es de 2.567 euros mensuales (USD $2878) para 2017. Esto implica que un congresista colombiano puede ganar hasta el doble de la pensión máxima que puede recibir un ciudadano español.
La situación pensional de los congresistas colombianos también es mejor que la de sus colegas portugueses. A los diputados portugueses les toma 12 años de trabajo para alcanzar la máxima pensión. Esto equivalía a 3000 euros mensuales en 2016. Es decir, los congresistas colombianos pueden ganar más del doble de pensión que sus colegas portugueses, trabajando dos años menos que un diputado portugués.
Pero las pensiones de los congresistas colombianos no sólo son privilegiadas frente a las de sus colegas españoles o portugueses. Las pensiones de los congresistas colombianos son elevadas incluso comparadas con las suecas. Un parlamentario sueco recibe una pensión completa luego de 12 años de trabajo en el Riksdag (Parlamento). Esta pensión equivale al 66 % del salario recibido. Esto quiere decir, que un parlamentario que se pensione en 2017 recibiría unos USD $4828 al mes, menos impuestos. Una cantidad inferior a la máxima pensión pública colombiana, que para 2017 equivaldría a USD $6100.
Conclusión
Los privilegios de los congresistas colombianos se hacen evidentes cuando se compara con la pensión de legisladores de otros países como Portugal, Suecia o España. Incluso comparados con sus colegas de Brasil, los congresistas tienen ventajas. Los congresistas colombianos pueden acceder a la máxima pensión con solo diez años de trabajo. En Brasil, los diputados deberían trabajar al menos durante 35 años para alcanzar este beneficio.
En el caso español, los congresistas son tratados como ciudadanos del común. Por lo tanto, no pueden recibir megapensiones. La máxima pensión que puede recibir un ciudadano español, equivale a la mitad de la máxima pensión que puede recibir un congresista colombiano. Un país como Colombia, que tiene un ingreso 2.5 veces inferior al de España, se da el lujo de tener pensiones máximas para congresistas dos veces más altas que las españolas. El caso español no es una excepción: los congresistas colombianos también pueden ganar el doble que un diputado portugués.
No sólo la pensión máxima para los congresistas colombianos es más elevada que la portuguesa o la española. También el promedio de pensión que reciben los congresistas colombianos es más elevada que la pensión máxima de portugueses y españoles. En 2015, el promedio de pensiones de los Congresistas bordeaba los COP $11.000.000, unos USD $3.600 de la época. Los privilegios de los congresistas colombianos son tales que pueden tener pensiones más elevadas que sus colegas suecos.
Esta situación es difícil de modificar porque los congresistas hacen las leyes del país, y hasta el momento, legislan en beneficio propio. La Corte Constitucional intentó en 2013 regular los privilegios de los congresistas. Sin embargo, este esfuerzo fue tímido. Los congresistas siguen teniendo evidentes privilegios. Y a pesar de estos privilegios, muchos congresistas colombianos exigen más.
Durante esta investigación, fue mucho más fácil acceder a la información sobre pensiones de congresistas en España o Brasil que en Colombia. No es coincidencia, pues la falta de transparencia beneficia al establecimiento. Con leyes complejas se evita que los ciudadanos accedan a la realidad de los privilegios que tienen los congresistas.