En una entrevista realizada por la Revista Semana, el periodista británico Christopher Snowdon, investigador del Institute of Economic Affairs, quien ha escrito varios libros en los que critica la intervención del Gobierno en temas de la esfera privada como el consumo de alcohol, cigarrillos o gaseosas habló sobre el impuesto a las bebidas azucaradas y al cigarrillo que se espera sea impuesto en Colombia a través de la reforma tributaria.
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Snowdon inició criticando el hecho de que impuestos como el que les quiere poner a las bebidas azucaradas son regresivos, ya que son los pobres quienes más terminan pagando por ellos. Además asegura que son discriminatorios ya que quienes llevan un estilo de vida en el cual consumen gaseosas y otras bebidas con azúcar, deberán pagar para subsidiar a quienes no lo hacen.
También aprovechó para criticar las recomendaciones que dio la Organización Mundial de la Salud (OMS) que propone gravar con un 20% a las bebidas azucaradas y los cigarrillos. Según el periodista, dicha organización no tiene ninguna evidencia de que los índices de obesidad y de salud se van a reducir por gravar estos bienes con un impuesto, ya que ningún país lo ha hecho (excepto los impuestos a la venta normales que se aplican a otros productos), por lo que no se puede afirmar que hay una evidencia científica de que esto sucederá.
Sobre el argumento de que los costos en salud por el consumo de cigarrillo y por la obesidad están aumentando por el consumo de azucar y tabaco es desmentido por el periodista al decir que ese aumento es gracias a que la población está envejeciendo y además a subido el costo de la tecnología para hacer tratamientos.
Snowdon también aseguró que con el impuesto a las bebidas azucaradas y al cigarrillo no se podrán evitar las muertes, debido a que la demanda de estos productos es bastante inelástica. Esto quiere decir que los consumidores no son muy reactivos a la variación del precio de esos bienes. Sin embargo, reconoce que habrá una reducciónen el consumo pero no será significativa. Además asegura que las bebidas azucaradas solamente representan una parte mínima de calorías por lo que no son causa de la obesidad.
Continuó diciendo que el problema de la obesidad obedece a múltiples factores, no únicamente al consumo de bebidas azucaradas y aseguró que quieren satanizar el consumo de este tipo de bebidas haciéndolas ver como algo similar al cigarrillo y dice que por eso las industrias buscan defenderse de ese rótulo, porque se les está satanizando sin ser la única causa de la obesidad.
Fuente: Revista Semana