
El pasado lunes 10 de abril, los países miembros de la Alianza Bolivariana para América (ALBA) respaldaron a Venezuela tras la presión de la presión internacional.
“Hemos sido testigos de las componendas oscuras de la OEA y la manipulación caprichosa y aviesa de incluso sus reglas, así como de la actuación perversa, indigna y enloquecida de su secretario General, alabardero de intereses imperiales, mafias políticas miamenses y vulgares mercenarios”, indicó el canciller cubano, Bruno Rodríguez, al abrir el XV Consejo Político del ALBA.
La cita buscó solidaridad con el chavismo del ALBA, integrado por: Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, además de varios pequeños países de Caribe.
El respaldo de los países da respuesta a un grupo integrado por: Estados Unidos, México, Canadá, Colombia, Brasil, Argentina, Costa Rica y otras diez naciones americanas, que han aprobado una resolución en denuncia a una “violación del orden constitucional” en Venezuela.
“Es un plan dirigido a la desintegración de la patria grande y aquí encontraron un bloque de contención, una fortaleza de los principios que nos inspiran, de la identidad de nuestros pueblos, de los principios basados en la autodeterminación de nuestros pueblos, la independencia y la soberanía”, comentó por su parte la canciller venezolana Delcy Rodríguez.
Los países miembros del organismo, denunciaron una “nueva embestida del imperialismo, el capital transnacional y las oligarquías nacionales” contra la izquierda de la región, y “las arbitrarias sanciones estadounidenses contra Venezuela; además, acordaron emitir una declaración de respaldo al régimen venezolano.
La ALBA-TCP es un bloque de concertación política creado en el año 2004 en Cuba integrado por Cuba, Venezuela, Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Ecuador, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, y Granada.
Fuentes: El Nuevo Herald; Gestión; El Universal.