El FBI y el Servicio de Seguridad Diplomática inició investigación sobre la misteriosa sordera de varios diplomáticos en Cuba.
“Hemos trabajado con los cubanos para tratar de averiguar qué está pasando, insisten en que no lo saben, pero ha sido muy preocupante y problemático”, informó un funcionario del gobierno de EE. UU.
La Casa Blanca se encuentra investigando si hay “un tercer país” involucrado en los “incidentes” que sufrieron los diplomáticos durante su estancia en la isla caribeña.
Según informó el funcionario a la cadena CNN, el gobierno estadounidense estudiara la posibilidad de que un “tercer país” haya sido el que llevara a cabo el ataque como “represalia” por acciones estadounidenses y para afectar el vínculo entre Washington y La Habana.
Asimismo, la fuente mencionó que el dispositivo pudo ser activado afuera o dentro de las residencias de los funcionarios y opinó que este no era un caso de espionaje, sino que todo apuntaba a “un ataque”.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de Cuba manifestó su disposición de cooperar con las autoridades estadounidenses para esclarecer la situación. Según el comunicado de prensa de esta entidad:
“Cuba tomó con suma seriedad este asunto y actuó con celeridad y profesionalismo para el esclarecimiento de esta situación, iniciando una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente por indicación del más alto nivel del gobierno cubano, para lo cual transmitió a la Embajada estadounidense la necesidad de compartir información y propuso establecer cooperación entre las autoridades competentes de ambos países”.
Esta polémica inició luego de que una portavoz del Departamento de Estado estadounidense revelara que el pasado mes de mayo se debió expulsar de Cuba a dos de sus diplomáticos luego de que estos sufrieran pérdidas inexplicables de audición.
EE. UU. estudia si lo que sufrieron sus trabajadores y los familiares del Departamento de Estado que permanecían en la isla fue un “ataque acústico” con dispositivos ultrasónicos instalados en sus residencias.
Funcionarios con conocimiento de la investigación del caso, explican que los ataques habrían empezaron en el año 2016, en pleno acercamiento de la administración Obama con el gobierno de Raúl Castro, cuando una serie de diplomáticos estadounidenses comenzaron a sufrir los síntomas misteriosos.
Fuentes: Cibercuba; Cubanet; CNN; La Nación; El Periódico.