El presidente Jair Bolsonaro cumplió 100 días en el gobierno, y ya salieron encuestas que muestran que tiene el nivel más alto de desaprobación en la historia democrática de Brasil. En contraste, sus predecesores, ahora presos y/o investigados por corrupción, gozaron de mayor aceptación en el mismo período de su gestión. Lo cual pone en entredicho cuán relevante es la aprobación inicial, así como la validez de las cifras.
El expresidente Lula Da Silva recién cumple su primer año preso, luego de ser sentenciado a 12 años de prisión por corrupción, pero durante los 100 primeros días de su gestión en 2003, tenía apenas 10% de desaprobación y hoy está en un calabozo. Esto parece mostrar que una alta popularidad no es garantía de éxito.
Hoy, de acuerdo a la encuestadora Datafolha, 63 % de los brasileños tienen una percepción negativa del presidente Bolsonaro.
Sin embargo, analizando las estadísticas, es posible ver que 30% de los brasileños considera que el gobierno es “malo o pésimo”, mientras que el 33% -que la encuestadora sumó- lo califica como regular y eso fue tomado de forma negativa.
Asimismo, el 32% de los encuestados afirmaron que la gestión del presidente es “buena o excelente”.
A su vez, la investigación afirma que el 59% todavía espera que tenga una gestión “buena o excelente”; lo cual disminuyó respecto al 65% del 1 de enero.
Depois de o Datafolha publicar que "Lula e Dilma são mais inteligentes do que Bolsonaro", um pouco de como o povo me trata: pic.twitter.com/aOfzHM4PHR
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) April 7, 2019
En su defensa, Bolsonaro pubilcó en redes sociales un video que muestra cómo familias enteras se acercan a él y declara: “Después de que el Datafolha publicó que “Lula y Dilma son más inteligentes que Bolsonaro, un poco de cómo el pueblo me trata”.
Y es que cuando Dilma subió al poder en el 2011, tenía apenas 7% de desaprobación. Mientras que Fernando Enrique Cardoso 16% y Fernando Collor de Mello 19% en 1990.
No obstante, el éxito inicial en las encuestas no les ha servido al momento de ser destituidos de sus funciones, en el caso de Dilma, y preso en el caso de Lula.
Dilma Roussef no pudo cumplir con su mandato, ante las investigaciones de una red de lavado de dinero y favores comprados que vinculó a su gestión.
Así como Lula Da Silva acaba de cumplir su primer año preso por corrupción.
Encuestadora que afirmó la derrota de Bolsonaro anuncia su fracaso
También vale resaltar cómo la encuestadora Datafolha -que hoy anuncia una baja en el apoyo a Bolsonaro- ha demostrado su sesgo ideológico, así como pasar por alto evidencia demostrable.
En el 2005, cuando los brasileros votaron en un plebiscito para el control de armas, Datafolha anunció que el 80% de los ciudadanos estaba a favor de la prohibición de armas, mientras que las elecciones demostraron que la mayoría de los brasileros (67%) estaba en contra.
El fracaso de la prohibición quedó al descubierto pocos días antes de la asunción de Bolsonaro, el 28 de diciembre de 2018, murió de un disparo en el pecho German Camata, uno de los escritores del Estatuto de Desarme.
De hecho, actualmente la cifra de asesinados en Brasil suma más de 62.000 años y fue precisamente la promesa de la reducción de la criminalidad lo que le dio a Bolsonaro el triunfo, más cuando durante la campaña recibió una puñalada.
Fue durante la campaña presidencial que el medio digital Senso Incomum publicó una nota titulada “Datafolha e Ibope erran a favor del PT (Partido de los Trabajadores) y contra la oposición en todas las últimas elecciones”.
Pues publicó titulares anunciando que Bolsonaro perdería en todos los escenarios.
Por último, afirmó que Haddad (el candidato de Lula) iba a ganar a Bolsonaro con 45% versus 39%, cuando la realidad fue que Haddad obtuvo 45%, mientras Bolsonaro el 55%, suficiente para marcar un margen y vencer.
De modo que no solo los cálculos de Datafolha han demostrado ser sesgados y errados, sino que el supuesto respaldo inicial no ha sido un determinante de éxito ni ha eximido a los mandatarios de procesos judiciales.
Mientras que el mercado sí responde y en el primer trimestre la bolsa de valores creció un 25%, de 79 para 100 mil puntos.