La desaparición de Santiago Maldonado sigue generando fuertes debates políticos en Argentina. Integrantes de la comunidad indígena (con apoyos kirchneristas) responsabilizan al gobierno de Mauricio Macri de producir una desaparición forzada, semejante a las ocurridas durante la última dictadura militar. Más allá de lo irrisorio de la acusación, el debate permitió a referentes mapuches visibilizar sus reclamos.
El periodista Jorge Lanata entrevistó al referente de RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), Facundo Jones Huala, en la Unidad 14 de Esquel, donde se encuentra detenido. Lo curioso es que las declaraciones del referente indígena se asemejaron más a las de un típico adolescente socialista de cualquier país desarrollado, que a la de un referente de un movimiento que presenta un reclamo “ancestral”.
Los “clichés” de Jones Huala evidenciaron la fuerte infiltración ideológica de las agrupaciones de izquierda en algunos de los autodenominados “pueblos originarios”, que hoy cuentan con referentes que hablan de la misma manera que podría hacerlo un joven norteamericano del “Occupy Wall Street” o un “indignado” de Madrid que luego terminó en el partido Podemos. A pesar de renegar de su identidad Argentina (manifiesta que los mapuches son previos al Estado Nacional), conversar con Jones Huala puede ser muy parecido a hacerlo con un veinteañero de izquierda del montón de la Ciudad Buenos Aires, a pesar de contar con varios años de diferencia.
Las contradicciones en la entrevista comenzaron alrededor de la Constitución Nacional Argentina. Según el renglón o el artículo en que la constitución se refriere a los indígenas, Jones Huala la revindica y la repudia a la vez: cuando el texto reconoce a los pueblos originarios, la defiende, pero cuando sale el tema de la propiedad privada, la desconoce.
“La propiedad privada está en contra de nosotros”, esbozó Jones Huala en un básico intento retórico romántico de justificar su posición.
Pero el panfleto marxista no se limitó a la cuestión de la propiedad, también hubo lugar para la reivindicación de clase: “Somos pobres, somos obreros”, destacó Jones Huala, que acusó a Lanata de pertenecer a “otra clase social”.
Cuando el referente de RAM hizo referencia al reloj del periodista, Lanata respondió que lo tenía porque trabajó para poder comprarlo. La respuesta de Jones Huala fue tragicómica:
“Ese es el principio del capitalismo, la mentalidad burguesa”.
Más allá del supuesto reclamo ancestral “anticolonialista”, los lugares comunes del referente indígena dejaron en evidencia que su discurso y su marco ideológico ha sido completamente “colonizado” por las ideas socialistas, blancas y europeas de Marx y Engels, pero en su formato panfletario, básico y predecible.