
En Argentina, la polémica sobre los años setenta parece no tener fin. Luego de los años de la última dictadura militar (1976-1983), el primer presidente de la democracia, Raúl Alfonsín, enjuició y encarceló a los miembros de la junta militar, pero también fueron juzgados y detenidos varios responsables de las guerrillas por sus actos. Ya en la década del noventa, Carlos Menem indultó a todos, pese a que incluso él estuvo preso por orden de Jorge Rafael Videla cuando asumió el Poder Ejecutivo, tras derrocar a Isabel Martínez de Perón.
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Durante los años del kirchnerismo, los setenta fueron utilizados políticamente hasta el hartazgo y se escribió una nueva historia. Allí no existió ninguna agresión ni intención de llegar al poder por parte las organizaciones armadas de izquierda (que de ser mencionadas pasaron a personificar a los jóvenes idealistas que luchaban por un mundo mejor, sin mayores precisiones) y se describió a los militares como los genocidas que ocuparon el poder para instaurar un plan “neoliberal”. Se reabrieron los juicios tras la derogación de los indultos y la única garantía que tuvieron los militares que enfrentaron nuevamente a los tribunales fue la del fallo de “culpable”.
En un nuevo capítulo setentista de la política nacional, la diputada de Cambiemos Elisa “Lilita” Carrió, que ganó las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires con más del 50 % de los votos, resaltó que el kirchnerismo usó la política de derechos hmanos como “una venganza” y que hay que revisar las condenas de los últimos años:
“Espero el consenso necesario para ver juicios de revisión en los casos que no haya pruebas, porque realmente hay juicios donde no hay pruebas. Hay otros juicios que tienen que quedar firmes y hay una situación que tiene que ser aplicada a todos por respetar los derechos humanos. Es que después de determinada edad, tu prisión es domiciliaria. Pero lo es en todos los casos”.
Para Carrió, en los casos donde exista la culpabilidad, pero los detenidos sean ancianos, corresponde otorgar la prisión domiciliaria. Esta idea viene a contramano de la política del kirchnerismo, que bregaba por las “cárceles comunes” para los militares, sin importar la edad. “Los derechos humanos que vos me quitaste, yo te los doy. Se devuelve así con el ejemplo”, dijo Carrió.
Fuentes: Perfil, Tiempo Sur.