En momentos de incertidumbre sobre las próximas medidas económicas del Gobierno de Mauricio Macri, luego de la corrida cambiaria y el pedido de auxilio al Fondo Monetario Internacional, una importante publicación advierte sobre lo que se podría venir.
Para el Wall Street Journal, el proyecto “gradualista” de Cambiemos ha fracasado y es momento de pensar en otra cosa. Según el periodista norteamericano Ryan Dube, las medidas implementadas por la coalición que se encuentra en el poder desde diciembre de 2015, “funcionaron solamente por un tiempo”.
¿Qué es el gradualismo?
Cuando Mauricio Macri compitió por las elecciones presidenciales enfrentó al kirchnerista Daniel Scioli, que hizo una campaña demagoga. El país era una bomba de tiempo, pero el peronismo prometía seguir con la fiesta de subsidios y populismo como si nada pasara.
El candidato de Cambiemos entró en el juego y realizó promesas que no iba a poder cumplir. Lo cierto es que ninguno de los dos candidatos iba a poder cumplir con las promesas. Argentina necesitaba (y necesita) un serio recorte del sector público y ganara el que ganara, la situación era la misma y había que hacer lo mismo.
Ganó Macri y el nuevo gobierno se encontró en la disyuntiva de anunciar lo que pasaba o de poner buena cara y vender optimismo. Con la excusa de una debilidad parlamentaria el Estado argentino evitó grandes reformas y el macrismo defendió el modelo “gradual” para salir de la grave situación.
El plan era un recorte milimétrico del gasto para evitar conflictividad política y social para así financiar mediante deuda, el pasivo. Claro que para que esto funcione debía seguir existiendo crédito barato en el mundo y deberían llegar inversiones de gran envergadura para salir de la crisis.
Ninguna de las dos cosas pasó. Estados Unidos subió las tasas, aspiró liquidez y la alta presión impositiva local, sumada a una regulación laboral imposible continuaron ahuyentando la inversión. Ambas cosas llevaron a la crisis del plan adoptado, y la última corrida cambiaria, sumado al pedido ante el FMI hicieron que el mismo Macri reconozca que “la velocidad” del plan no era suficiente. Sin embargo, nada se dijo sobre un “cambio” de plan. Con el artículo de hoy, el WSJ asegura que es momento de dar vuelta la página y probar con otra cosa.
“Los inversores perdieron la paciencia”
En el artículo, que ya fue replicado por todos los medios argentinos, Dube resalta que el gradualismo “funcionó mientras las tasas eran bajas en los últimos dos años y medio”. Sin embargo, advierte que las últimas turbulencias, sumadas a la pérdida de credibilidad en las proyecciones del Banco Central, hicieron que los inversores pierdan la paciencia.
“El señor Macri evitó cortar el hinchado plantel de empleados públicos al tiempo que aumentó los programas sociales, con transferencias de efectivo para familias y niños pobres. Sus intentos de restringir el sistema de pensiones en diciembre pasado derivó en violentas protestas.
Los sindicatos se opusieron a sus intentos de cortar los costos laborales e incrementar la productividad. Los legisladores de la oposición pasaron un proyecto para frenar los incrementos de tarifas que Macri dijo va a vetar”, comentó el especialista.
Para que no quede ninguna duda, el Journal eligió un título claro y directo para describir lo que perciben que pasará en Argentina: “Gradualism is dead” (el gradualismo está muerto).
Pero… ¿murió realmente?
Más allá de la presión de publicaciones semejantes y de los planes que tenga el Gobierno, lo cierto es que todavía es incierta la muerte del plan que el macrismo adoptó. Lo que falleció, sin lugar a dudas, es la intensidad con la que fue planteado.
Las palabras de Macri fueron contundentes. Pero todavía queda ver si el Gobierno decide ir por el camino adecuado, que es un cambio radical de modelo, o si decide continuar con el gradualismo, pero con otra velocidad.
Macri entiende hacia dónde hay que ir. Pero la elección es más complicada que la mera velocidad empleada. Si una crisis encuentra a la Argentina a mitad de camino, los riesgos de volver al populismo de la última década estarán a la vuelta de la esquina.