El INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) publicó la inflación correspondiente al mes de junio: 3,7. De esta manera se confirma, no sólo que la pérdida del valor adquisitivo del dinero no se detiene, sino que Argentina acaba de recibir el peor dato inflacionario de 25 meses.
El número oficial fue incluso peor del que esperaban las entidades privadas que realizan sus propias mediciones. Para las consultoras particulares, se esperaba un 3,3%. Detrás del 3,7 del mes pasado están las primeras consecuencias: los recientes saltos del dólar, la devaluación y la corrida cambiaria que el Gobierno intenta frenar día a día. En la jornada de hoy, la moneda norteamericana volvió a superar la barrera de los 28 pesos, subiendo 15 centavos al cierre de ayer.
Con la confirmación del dato de junio, los últimos 12 meses arrojan una inflación anualizada del 29,5 y en lo que va de este 2018, ya se ha superado el 16%. De seguir con este promedio el Gobierno no podrá cumplir con las metas que prometió en diciembre del año pasado, cuando ya había reconocido que no podría alcanzar las que se puso inicialmente para el corriente.
Entre los rubros que tiraron el promedio para arriba se destaca el de transporte (con 5,9%) y el de alimentos y bebidas (con 5,2%).
“La inflación de julio volverá a ser alta”
Para Roberto Cachanosky, el mes que viene tampoco será una buena noticia. “Ademas de la estacionalidad por el aguinaldo y las vacaciones de invierno, hay arrastre estadístico de junio a julio, por lo que probablemente el anuncio del mes que viene también sea alto”. En diálogo con PanAm Post, el conductor del Informe Económico indicó que hay otro dato preocupante detrás de lo que se denomina “inflación núcleo” (promedio sin precios regulados como las tarifas de servicios públicos). Allí la inflación trepa al 4,1%. Según Cachanosky, el Banco Central busca aplicar un “torniquete para secar el mercado”, pero con las tasas de interés de LEBACS en el 50% anual en el mercado secundario, se puede pensar en una posible recesión para el segundo semestre del año. “El problema del Gobierno fue que quiso administrar eficientemente un estado sobredimensionado, con una presión tributaria impagable y una legislación laboral que atenta contra la creación de empleo”.
“El Gobierno no ha generado un shock de confianza”
Para Agustín Etchebarne, director de Libertad y Progreso, Cambiemos todavía no ha podido generar confianza y anclar las expectativas. Según el economista, “el programa firmado con el Fondo Monetario Internacional marca el rumbo, pero no se ve a todo el Gobierno comprometido en avanzar en esa dirección, lo que genera contradicciones”.
Si bien Etchebarne reconoció que es positivo que el Gobierno ya no mienta con las estadísticas, como ocurría con el kirchnerismo, para él “la inflación sigue siendo muy alta”. Según el especialista, se esperaba una baja de la inflación para el segundo semestre pero ahora “ya no es tan seguro que ocurra”, porque todavía no se genera confianza y no se detiene la caída en la demanda de dinero”.