A días de asumir como vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner (CFK) tuvo que ir a declarar en la causa relacionada con el supuesto mal manejo de la obra pública. En su declaración, como es costumbre, CFK aseguró que se trata de una maniobra política del oficialismo, al que calificó como “gobierno saliente”. También hizo referencia a ella misma como la “vicepresidenta de Argentina”, aunque todavía no esté en funciones.
Según la causa, que investiga las licitaciones para las empresas de Lázaro Báez, señalado como testaferro de Néstor Kirchner, CFK “habría perjudicado los intereses confiados al violar su deber de administrar y cuidar fielmente los bienes del Estado que estaban bajo la órbita de su responsabilidad, en función de su calidad de jefa de Gobierno y responsable política de la administración general del país”.
CFK se quejó ante la negativa de que la audiencia fuera transmitida en vivo y en directo, de la misma manera que se hizo cuando se leyó la acusación hace unos meses: “Hubo cinco audiencias completas que fueron transmitidas en vivo y en directo y en los pasajes más escabrosos del guion fiscal apuntaban a mi cara”, señaló. En la opinión de la expresidente, esto está relacionado con una supuesta intención de “construir mediáticamente lo que no se puede construir judicialmente”.
“El plan fue ideado para una feroz e inédita persecución para quien fuera dos veces presidenta de la República. Primero, multiplicidad de procesamientos. Soy jefa de cuatro asociaciones ilícitas, la verdad que no sé como tuve tiempo para gobernar porque me la pasaba haciendo asociaciones ilícitas”, señaló Kirchner.
“Un alegato político”
Mientras la exmandataria se presentaba a la justicia y trascendían las primeras declaraciones, el periodista Marcelo Longobardi acusó a CFK de montar un “alegato político”. “Cristina Kirchner pretende convertir la declaración indagatoria en un alegato político. Esto es, no les contestó a los fiscales y exhibo esta tesis: soy una víctima de persecución encabezada por los medios, la Justicia y por Mauricio Macri“, señaló el comunicador desde su espacio radial. Para Longobardi, CFK tiene una “gran habilidad para convertir una cosa en otra”: también aseguró que la no transmisión no tiene nada que ver con una persecución judicial, e invitó a la exmandataria a realizar una conferencia de prensa si tiene algo para decirle al país.
Fuego cruzado con Laura Alonso
En su presentación, CFK aseguró que el Gobierno de Macri utilizó la Oficina Anticorrupción, comandada por Laura Alonso, para impulsar las causas judiciales en su contra. La titular del organismo respondió al instante desde su cuenta de Twitter y aseguró que la constructora de Báez no tenía capacidad técnica, y aun así recibió una gran cantidad de licitaciones con millones de dólares de sobreprecios.
El 1/5/2003 Lázaro Báez era empleado de banco. Días después era dueño de una constructora: “Austral”. A pesar de no tener capacidad técnica, la empresa recibió 51 contratos de obra pública de Vialidad. Se probó q en sólo 5 contratos hubo + 170 millones dólares de sobreprecios
— soy laura ??? (@lauritalonso) December 2, 2019
Terminaron las indagatorias de la causa
Con la declaración de la expresidente queda cerrada la ronda de indagatorias de la causa de la “Obra Pública” y el juicio seguirá su curso, ya con la acusada como vicepresidente de la nación. Al igual que CFK ya declararon los otros 13 acusados, varios exfuncionarios de sus dos gobiernos.