La tormenta perfecta argentina puede combinar el colapso económico total con una oportunidad sin precedentes. Por lo menos así lo ve el exministro de Economía y Defensa, Ricardo López Murphy. Alrededor del referente liberal, varios allegados y colaboradores le insisten con una pregunta concreta para el corto plazo: ¿Vas a ser candidato en las elecciones legislativas del año próximo? Para muchos, el boom liberal en los medios de comunicación puede ser sinónimo de una gran oportunidad. Aunque él no niega el gran espacio que ganó el liberalismo en el debate nacional, hay algo que la nariz del bulldog olfatea, incluso más fuerte: el posible colapso estrepitoso del modelo populista.
Durante los años del kirchnerismo, y también mientras naufragaba sin rumbo el macrismo, en el marco de sus conferencias a lo largo y ancho del país la pregunta sobre un eventual retorno a la política electoral era recurrente. Con la claridad que lo caracteriza, López Murphy aseguraba que no era momento. Sus argumentos disgustaban a su platea, pero tenían algo de sentido. Palabras más, palabras menos, el economista reconocía que ya había tenido suficientes fracasos en las urnas y que esto merecía una autocrítica importante. También destacaba que si la opinión pública se inclinaba por opciones como Macri o los Kirchner, no se podían forzar las cosas, ya que era momento de seguir colaborando en el debate de ideas. Pero siempre dejó una puertita abierta a futuro: “Si las circunstancias algún día requieren mi presencia, y cuento con el respaldo como para dar la lucha agonal una vez más, lo voy a hacer”.
Por estas horas, la prensa lo busca como no lo hizo en muchos años. Su teléfono no para de sonar y su agenda está colapsada. Todos los días tiene varias videoconferencias y brinda su opinión sobre la complicada actualidad económica. Aunque tiene unos años más desde aquella famosa campaña de 2003, López Murphy mantiene la energía de siempre.
Pero atender la demanda de los medios no es lo único que hace. Una vez más, el bulldog volvió a las andanzas políticas. “Me encuentro trabajando en esto día y noche”, le dice a sus seguidores, que le preguntan sobre un armado político para el próximo años que pueda representar las ideas que él encarna.
Pero… ¿en qué está pensando López Murphy? ¿En un frente liberal? No. ¿En una propuesta que incluya al macrismo? Tampoco.
En su mente hay un espacio que incluya al liberalismo, pero que tenga una llegada algo más amplia. Una propuesta electoral conformada por una especie de centro-derecha republicana afín, pero no “sectaria”. Aunque no duda en reconocerse como un representante claro del liberalismo, pide una mayor amplitud para una alternativa de más peso que pueda dar un batacazo en las elecciones de medio término. Sí confía que los liberales no solo jugarán adentro, sino que marcarán el pulso político-ideológico de la propuesta superadora.
Cuando comparte este proyecto con sus seguidores más libertarios, aparece la cara de preocupación en sus interlocutores, que dudan si Ricardo tiene en su cabeza un proyecto neomacrista para 2021. Pero tampoco. Para tranquilidad de los más puritanos que no quieren ir ni a la esquina con el espacio vinculado a Juntos por el Cambio, López Murphy considera que el frente del Gobierno anterior debe ir por las suyas a las urnas. Según el economista, el macrismo necesita hacer una profunda reflexión sobre lo que en su opinión fue una mala gestión. Así lo dijo anoche en una entrevista televisiva:
En 2021, para la elección legislativa, el país va a necesitar tener alternativas. Una será la propuesta oficialista, que saldrá a defenderse, otra será la del espacio que gobernó en la etapa anterior (2015-2019)… y yo creo que se requiere una nueva coalición, que tiene que tener dos reglas: en el 21 competimos para saber qué tiene cada uno y en el 23 nos unificamos para reemplazar al populismo.
Es decir que en la ronda que viene, donde se elegirán puestos legislativos, López Murphy desea que surja una opción superadora, que incluso podría llegar a tener más chances de liderar la coalición opositora dentro de tres años. Ahí es claro. Y a sus seguidores que tienen ilusiones de un proyecto más puro, el bulldog les dice que las presidenciales serán momentos de “tragarse sapos”, pero que él está dispuesto a hacerlo, porque “no hay sapo más grande que el populismo”.
Pero aunque la coyuntura, los medios y sus seguidores lo llevan a la cuestión concreta de la contienda electoral del próximo año y su eventual candidatura, a López Murphy le saca el sueño otra cosa: un cambio radical en el rumbo del país dentro de tres años. Él está convencido que puede haber una oportunidad y le cuesta pensar en otra cosa. Pero para que haya 2023 tiene que haber 2021 y él sabe que ahí tiene un rol importante que jugar.