En medio de la crisis económica y los reclamos por la cuarentena extendida, que esta semana volvió a foja cero en la principal zona metropolitana de Argentina, el kirchnerismo quiere poner la agenda política en otro asunto: las escuchas ilegales durante el Gobierno de Mauricio Macri.
Aunque la utilización irregular de los servicios de inteligencia en el país es moneda corriente durante todos los gobiernos, el espacio de Cristina Fernández encontró una polémica veta para volver a arremeter contra los periodistas críticos: responsabilizarlos por la recepción de supuesta información proveniente de los servicios.
Oscar Parrilli, senador kirchnerista y mano derecha de Cristina, tiene un tema personal con las escuchas difundidas en los medios de comunicación. Hace unos años pasó de ser el monje negro temido del Gobierno al “pelotudo”. Resulta que en el marco de una investigación quedó grabada una conversación con la expresidente que no lo dejó muy bien parado. El audio demostró el trato de la exmandataria para con su Secretario General y titular de la Agencia de Federal de Inteligencia.
-Hola
-¿Hola, Oscar?
-¿Quién le habla?
-¡Yo, Cristina, pelotudo!
-Ahh…..
Jorge Lanata fue uno de los periodistas que transmitió las escuchas que evidenciaron los aspectos más oscuros del kirchnerismo y Parrilli se la tiene jurada. El legislador K dijo esta semana que el conductor de Periodismo para Todos es al periodismo lo que Alfredo Astiz (militar condenado de la última dictadura) a los Derechos Humanos. “Le vendió el alma al diablo hace muchos años y se vistió de periodista para hacer espionaje y para llenarse de plata”, dijo con respecto de Lanata.
Luis Majul fue otro de los periodistas a los que atacó Parrilli en las últimas horas:
“Es un personaje nefasto, pequeño, lo que yo quiero saber es quien le dio la documentación. El fue un instrumento, fue utilizado”, indicó.
“Pueden detener a periodistas”
El popular conductor radial Marcelo Longobardi señaló que la causa que investiga el espionje ilegal durante el último gobierno puede ser utilizada para detener a los comunicadores críticos del peronismo. “Ya está en marcha algún intento o alguna orden de detención a uno o varios periodistas”, aseguró.
Para Longobardi “ninguna persona que transite por la democracia argentina” puede dejar de opinar sobre lo que manifestó Parrilli. Según el periodista, “no se puede estar de acuerdo” con lo que dijo el legislador K. “Es muy peligroso lo que se dijo”, manifestó.
Con relación al rol del presidente, Alberto Fernández, el comunicador dijo que no se maneja como un “jefe” y que actúa como un mero “árbitro” en una coalición de “locos”. Considera que el kirchnerismo tiene un “carácter autocrático” y que la falta de liderazgo de Fernández no se podrá mantener por mucho tiempo más. En el caso de que el presidente se decida por avanzar con alguna de las detenciones que estaría impulsando el kirchnerismo, “Fernández empezaría a parecerse a Maduro o Putin”, aseguró.
“¿Cómo nos van a cuestionar nuestras fuentes?”
Jorge Lanata habló al respecto y aseguró que si el Gobierno se decide por encarcelar a algún periodista “pagará un costo político muy alto”. Con respecto a los agentes de inteligencia como fuentes, Lanata dijo que los comunicadores no pueden ser juzgados por ello, ya que ellos no son los empleados del Estado ni los agentes, por lo que en todo caso, es una cuestión que tienen que resolver con los mismos hombres de inteligencia. “Detener periodistas por recibir información es ilegal”, concluyó.