Alguien dijo una vez que hasta un reloj parado da la hora correcta dos veces al día. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pareciera reivindicar esta frase a la hora de elegir quiénes lo rodearán – aunque el paralelismo “Trump-reloj parado” pueda ser algo apresurado para quien ni siquiera ha comenzado a gobernar.
La peor de sus elecciones (aquella en la que se centra la misma prensa que aseguraba que Hillary Clinton se sentaría en la Oficina Oval en 2017) es sin dudas Stephen Bannon, director del sitio web Breitbart News, como consejero presidencial. Bannon es conocido por su racismo (supremacía blanca), machismo y antisemitismo, quizás uno de los nombres que más ruido hace en la esfera de la “alternative right” o “alt – right” (derecha alternativa).
Pero es esta prensa la que no quiere ver, por caprichos ideológicos, los latinos dignos de aplausos del magnate de bienes raíces. Se destaca la presencia de Betsy DeVos, empresaria y filántropa, a cargo del Ministerio de Educación.
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DeVos ha sido siempre una acérrima defensora del sistema de bonos educativos, usados en Suecia, Corea del Sur y Singapur, entre otros y propuesto en los años 1950 por el Nobel de Economía Milton Friedman.
El mismo tiene como objetivo transformar el flujo financiero de la educación: la correspondencia no es gobierno- escuela, sino gobierno – padres de familia, y estos envían a sus hijos a la escuela de su preferencia.
Este bono es un documento intransferible, y sólo se puede usar con fines educativos (es decir, no se otorga dinero en efectivo que pueda poner en duda el destino de los fondos). Las escuelas tienen de este modo un claro incentivo para competir, mejorando su nivel y, como consecuencia, el de sus alumnos.
Betsy DeVos también ha demostrado interés, a través de su compañía, en energías renovables y filtros para hacer mejor uso del agua. A pesar de esto, DeVos no cuenta con los elogios de la prensa mainstream , que la acusa de querer “quebrar la educación pública”.
Sin embargo, otros dos nombres están captando toda la atención de Washington, según Forbes. Se trataría nada más y nada menos que de Elon Musk y Travis Kalanick. En otras palabras, hablamos de Tesla, SpaceX y UBER, respectivamente.
La CEO de Pepsi, Indra Nooy, acompaña el grupo de celebridades de la innovación, la idea y el emprendimiento.
Hay quienes, por supuesto, echan por tierra tales elecciones. Alegan que un país no es una empresa, cuando en los hechos, nada hay más alejado de la realidad. La resistencia al CEO se manifestó incluso en Argentina, cuando Mauricio Macri era apenas un candidato más.
Pero un país se parece en mucho a una empresa: se recibe cierta cantidad de dinero a administrar y hay que invertirlo (no gastarlo) de manera tal que dé ganancias. Una buena educación en una escuela competente es, sin dudas, una ganancia.
Donald Trump creó un equipo al que llamó “Foro Estratégico y Político” cuya finalidad es el intercambio de ideas y conocimientos con el objetivo de hacer de Estados Unidos un país lo suficientemente atractivo para que las empresas quieran quedarse – o, en el más ideal de los casos, volver.
Mediante la consolidación de relaciones entre inversores y, muy particularmente, Silicon Valley, se pretende apunta a la creación de empleos.
El “Foro Estratégico y Político” está conformado asimismo por CEOs de Disney, General Motors, JPMorgan e IBM, entre otras renombradas empresas. El presidente del Foro será el CEO de Blackstone, Stephen A. Schwarzman.
La lista está además conformada por:
- Paul Atkins, CEO de Patomak Global Partners, LLC, ex comisionado de la Securities and Exchange Commission (SEC);
- Mary Barra, presidenta y CEO de General Motors;
- Toby Cosgrove, CEO de la Clínica Cleveland;
- Jamie Dimon, presidente y CEO de JPMorgan Chase & Co;
- Larry Fink, presidente y CEO de BlackRock;
- Bob Iger, presidente y CEO de The Walt Disney Company;
- Rich Lesser, presidente y CEO del Boston Consulting Group;
- Doug McMillon, presidente y CEO de Wal-Mart;
- Jim McNerney, presidente y CEO de Boeing;
- Adebayo Ogunlesi, presidente y socio gerente de Global Infrastructure Partners;
- Ginni Rometty, presidenta y CEO de IBM;
- Kevin Warsh, catedrático en economía del Hoover Institute, ex miembro de la junta de gobernadores del Sistema de la Reserva Federal;
- Mark Weinberger, presidente y CEO global de EY;
- Jack Welch, ex presidente y CEO de General Electric;
- Daniel Yergin, ganador del premio Pulitzer, vicepresidente de IHS Markit;
- Travis Kalanick, CEO y cofundador de Uber;
- Elon Musk, CEO de Space X y Tesla;
- Indra Nooyi, CEO de Pepsi
Resulta más que interesante que muchos de estos nombres fueron críticos del presidente electo, prueba de que ambas partes tienen una mente abierta en pos de una finalidad común.
Se quiera o se odie a Donald Trump, lo cierto es que hoy un gobierno que no se apoya en la tecnología y en la innovación, es un gobierno que obvia descaradamente una buena parte del presente y el futuro todo.