
Desde que el imputado por “la ruta del dinero K“, Leonardo Fariñas, se acogió a la “ley del arrepentido” y contó al juez Sebastián Casanello todo lo que sabía sobre el caso, la justicia ha imputado desde el viernes hasta este domingo a la expresidenta Cristina Kirchner, al exministro de Planificación Julio De Vido, al extitular del Banco Nación Juan Carlos Fábrega y ha realizado una serie de allanamientos para comprobar la veracidad de la información.
Fariñas, quien trasladaba en bolsos la plata producto de las operaciones de lavado del empresario kirchnerista, Lázaro Báez, contó que el dinero llegaba en efectivo a Buenos Aires en aviones o camionetas desde la ciudad Río Gallegos, al sur del país, hasta la sede de la financiera SGI, en Buenos Aires, o era llevada a Uruguay. El dinero provenía de los 650 millones de dólares en contratos de obra pública que le dieron Néstor Kirchner y Cristina Kirchner entre el 2012 o 2013.
El diario Clarín reseña que Fariñas declaró al juez que la embajada de Estados Unidos avisó “extraoficialmente” al Gobierno de Cristina Kirchner que Báez, dueño de la constructora Austral Construcciones, “estaba fugando millones de dólares al exterior”. Esta revelación habría enfurecido a la exmandataria, quien lo llamó para increparlo y anunciarle que le iba a “reducir la entrega de contratos de la obra pública” de la cual se beneficiaba. Luego del reclamo Báez, le habría dicho a Fariñas y a otras personas que trabajaban con él: “Muchachos, a partir de ahora tenemos que ser más discretos”, según detalla Clarín.
Fariñas también señaló que estuvo en la residencia presidencial; esta y muchas otras informaciones reveladas por el informante terminaron complicando mucho la situación de la expresidenta Cristina Kirchner, quien fue imputada este sábado formalmente por el fiscal Guillermo Marijuan por lavado de dinero. La prensa mundial dedicó grandes titulares a la imputación de la exmandataria.
A esta causa se suman otras investigaciones donde está implicado Báez. Se la investiga por el caso “Hotesur”, que busca determinar si la cadena hotelera de su familia se usó para blanquear fondos de origen ilegal, maniobras en las que está comprometido Báez. Las finanzas de la familia son investigadas también porque la justicia quiere saber si la empresa Los Sauces, propiedad de los Kirchner, fue fue utilizada como pantalla para recibir dinero de dos contratistas de obra pública, entre ellos Báez, y beneficiarios de otras concesiones públicas.
La expresidenta, está imputada, además, en una causa por sospechas de ocultamiento de plazos fijos que tenía su esposo Néstor Kirchner, pero que ella no habría declarado.
Este miércoles fue citada a declarar en indagatoria en un expediente que analiza si fue la responsable de un perjuicio para el Banco Central generado gracias a operaciones que permitían comprar dólares a precio oficial, pactando su venta futura con el BCRA, pero que en el mismo momento en el que se adquirían esas divisas se podían vender en otros mercados por 15 pesos.
Se pudo conocer que este lunes Cristina Kirchner llegará a Buenos Aires para atender esta última citación y que una multitud de militantes kirchneristas la recibirán en el aeropuerto de la ciudad para brindarle su apoyo.
La presidenta y su familia han permanecido en silencio pese a que las detenciones de Lázaro Báez y su contador, y las comprometedoras declaraciones de Fariñas, han desatado una tormenta en el país.
Desde esta sábado hay allanamientos en las provincias de Santa Cruz y Chaco para verificar las declaraciones de Fariñas. Oficiales de Gendarmería Nacional allanaron ayer en la ciudad de Río Gallegos la escribanía de Ricardo Albornoz, una de las personas que imputó el fiscal Marijuán.
“Todos con Cristina”
Jorge Capitanich, exjefe de Gabinete, dijo que “las corporaciones” mediáticas y judiciales quieren “atacar políticamente a un líder que produjo cambios significativos en contra de sus propios intereses”.
La Cámpora, agrupación kirchnerista pide estar “todos con Cristina” y difundió el mensaje de las mujeres del Frente para la Victoria que se expresaron “junto a Cristina, defendemos las victorias, la libertad y los derechos”.
La ex presidenta de la Casa de la Moneda, Mayra Mendoza, la diputada Juliana Di Tullio, y el diputado bonaerense José Ottavis hicieron, por las redes sociales, llamados a movilizarse.