
La justicia argentina logró dar un duro golpe a la llamada “mafia de los contenedores” que operaba en la Aduana argentina.
El juez en lo penal económico, Marcelo Aguinsky, ordenó la captura local e internacional de Claudio Minnicelli, cuñado del exministro de Planificación Julio de Vido, y logró detener a su socio, el empresario Oldemar Carlos “Cuki” Barreiro Laborda.
Siete integrantes de la asociación ilícita fueron detenidos y están siendo indagados por la justicia. El cuñado de De Vido permanece prófugo, al igual que los agentes aduaneros Osvaldo Giacumbo, Néstor Frega Mauro Delmastro, este último es jefe de la Terminal Portuaria N° 5.
También se logró la detención de Edgardo Paolucci, que se desempeñaba como una de las máximas autoridades operativas de la Aduana por encontrarse al frente de la repartición Buenos Aires.
Paolucci se habría encargado de poner en caja a los subordinados, detener la mercadería. La Nación señala que Paolucci modificó normativas aduaneras con el solo fin de facilitar las maniobras de contrabando de la banda banda y cubrir sus propias huellas.

A través de escuchas telefónicas e intercepciones de llamadas las autoridades pudieron entender cómo funcionaba la “mafia de los contenedores” y avanzar las investigaciones.
El juez Aguinsky señala que “Cuki” Barreiro y el cuñado de De Vido, el “Mono” Minnicelli, habrían gestionado el desbloqueo de contenedores o mercaderías cuyo ingreso a territorio nacional, habría intentado concretarse entorpeciendo o evadiendo “íntegramente el control aduanero”.
Según se desprende de la investigación para lograr destrabar los contenedores se habría falseado la información provista a través de los formularios informáticos presentados a las áreas de control de la Aduana. También se habría presentado documentación apócrifa en la Aduana con el objetivo de ingresar a territorio nacional mercancías.
En las escuchas telefónicas se descubrió los involucrados habrían pagado múltiples coimas en dólares, euros y pesos.
El magistrado estimó que Barreiro, Minnicelli, Paolucci, así como los restantes miembros de la supuesta banda también coordinaron esfuerzos para ocultar sus operaciones de la Justicia, porque estaban al tanto de la causa penal que los involucra.
El diario La nación señala que Barreiro, Minnicelli, Paolucci y Frega, ya habían quedado bajo sospecha judicial en agosto cuando la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denuncia penalmente al entonces titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, basada en unas escuchas telefónicas ilegales y editadas de origen anónimo.
Centurión fue apartado del cargo por el presidente Mauricio Macri mientras era investigado por presuntos pedidos de sobornos en áreas que le reportaban directamente.
El funcionario logró retornar a su puesto este mes cuando el juez federal Ariel Lijo estimó que no había pruebas suficientes para avanzar contra él.
Fuente: La Nación.