
Con el pasar de los meses al régimen de Nicolás Maduro se le reduce el apoyo internacional dejándolo solo con sus aliados por conveniencia y a unos pocos por convicción. Según expertos en diplomacia esto solo se debe a los esfuerzos conjuntos entre Luis Almagro, Donald Trump y el empeoramiento de las condiciones de vida en Venezuela.
Desde que Almagro, asumió como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) se convirtió en el líder mundial que emprendió la lucha contra la dictadura en Venezuela; a raíz de eso, y con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, el régimen de Maduro pende de un hilo en relación con su supuesta imagen democrática en el mundo.
Si hay algo que se ha demostrado con el actual gobierno en el país suramericano, es que la democracia no implica solo elecciones, sino el respeto a los derechos y libertades de los ciudadanos.
El liderazgo de Almagro y el gobierno de Donald Trump están dispuestos ha invertir esfuerzos por un lado, y dinero por el otro, para que en Venezuela se solvente la crisis.
A ellos se han sumado al menos 14 países dispuestos a rechazar las políticas dictatoriales de Maduro que se han evidenciado en presos políticos, anulación de elecciones y aumento de la represión.
En una entrevista exclusiva para PanAm Post, Diego Arria, exgobernador de Caracas, embajador de las Naciones Unidas, y exiliado por la persecución del régimen de Nicolás Maduro aseguró que Almagro cuenta hoy en día con el respaldo de 22 naciones para aplicar en definitiva la Carta Democrática sobre Venezuela.
“Ahora contamos con la posición del presidente Pedro Pablo Kukczynski en Perú, la de Mauricio Macri en Argentina y una iniciativa que parte de México, Canadá, y Estados Unidos donde involucran a 14 países para que el informe del secretario general sea considerado y se evalúen las violaciones a la Carta Democrática en Venezuela”; aseguró.
Arria aseguró que de algún modo México decidió manifestarse tras el recrudecimiento de la crisis en el país suramericano.
“Este es un paso que ha dado México intencionalmente porque igualmente son excepcionales las condiciones trágicas que se están viviendo en Venezuela”; señaló.
A la posición del país norteamericano ahora se suman algunas naciones del Caribe como Trinidad & Tobago que este martes 28 de marzo podría respaldar el informe de Almagro.
Para Arria la comunidad internacional “tiene más apetito por presionar y suspender” a Venezuela de la OEA.
“Nunca antes un grupo de países había solicitado enfrentar al régimen. Antes fue Almagro. Hoy tenemos 22 votos con lo cual la sesión de este martes es un precavido al régimen, que podrían suspenderlo”; señaló.
En una entrevista para PanAm Post, Christopher Sabatini, profesor de la Universidad de Columbia (EE.UU.) y director de la ONG Global America señaló que tras el fracaso de algunos diplomáticos del Departamento del Tesoro en Estados Unidos sobre el infructuoso diálogo en Venezuela, Donald Trump “está mucho más enfocado en el tema de Venezuela, y está dispuesto a gastar capital político en la Región”.
Sobre la actitud de México, Sabatini aseguró que es un país que ha tenido un papel fuerte en el tema de los derechos humanos, y que desde el año pasado el país norteamericano votó a favor de Almagro y de escuchar su informe en contra de Venezuela.
Agregó además que para México esta es una oportunidad de congraciarse con Estados Unidos y buscar de algún modo puntos de encuentro y coincidencia.
“Yo creo que México lo está haciendo porque eso representa un área en la que puede colaborar con el gobierno de Trump. México tiene muchas cosas pendientes con EE.UU. y está buscando espacios de coincidencias para mejorar las relaciones”; aseveró.
El legado de Juan M. Santos sobre Venezuela “es una vergüenza”
Mientras países como Perú, México, Argentina, Brasil, Paraguay y Estados Unidos, se manifiestan a favor de una democracia en Venezuela; el país territorialmente más cercano decide callar.
Se trata del gobierno de Juan Manuel Santos (Colombia), el cual ha preferido ver la crisis en Venezuela como un tema aislado a ignorar.
Para Diego Arria, no queda duda que el legado de Santos en relación con Venezuela “es reprochable, realmente una vergüenza”.
“El caso de Santos es más que lamentable porque implica la supeditación de su propia soberanía ante el temor que tuvo en su momento con Chávez por la vinculación con las FARC, y la que sigue teniendo con Maduro por razones similares”; señaló.
“Ya Santos había afirmado que Chávez era su amigo y así lo ha demostrado permitiendo que Venezuela se libere de una serie de violaciones como el caso Walid Makled, el principal exportador de cocaína venezolano. Santos en vez de entregarlo a Estados Unidos se lo entregó a Chávez y en Venezuela callaron el caso. Makled había denunciado al Cartel de los Soles. (…) El gobierno de Santos ha hecho cosas terribles como el caso del preso político Lorent Saleh que Colombia lo entregó al gobierno venezolano, lo cual es una violación al derecho internacional, y hoy en día ese muchacho está secuestrado en condiciones infrahumanas en la famosa Tumba del SEBIN”.
Arria aseguró que los compromisos que tiene Santos con Cuba y Venezuela se irán descifrando. “Pero las consecuencias han sido terribles”.
Recientemente Nicolás Maduro dio a conocer una amenaza contra el gobierno colombiano, pues afirmó que “la Paz en Colombia depende de la Revolución Bolivariana”.
Arria agregó que por la estrecha relación entre el gobierno de Venezuela y las FARC, la guerrilla en un momento dado podrían violar los acuerdos de paz, y tomar medidas internas.
“Maduro lo que le está diciendo a Colombia es que Venezuela seguirá amparando a los narcoguerrilleros en Venezuela. Eso fue una amenaza a Colombia, y yo creo que por la relación tan peligrosa que tiene con Venezuela, Santos quedó absolutamente silente de una amenaza abierta a los colombianos”.
Sabatini por su parte dijo a PanAm Post que Santos debe decidir en qué términos quiere la paz en Colombia, si es que la quiere después de haber perdido sus principios, y su perfil internacional.
“Uno tiene que preguntarse si eso es una buena estrategia porque la verdad es que si Venezuela se quiebra, Colombia va a pagar un costo; pero Santos no tiene el apetito de ser un líder en derechos humanos a nivel internacional”; señaló.
Carta Democrática: Un desafió a la Fuerza Armada
El artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana prevé que “si las gestiones diplomáticas resultaren infructuosas o si la urgencia del caso lo aconsejare, el Consejo Permanente convocará de inmediato un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para que ésta adopte las decisiones que estime apropiadas”.
Diego Arria explicó que desde Junio de 2016 se han realizado toda clase de gestiones absolutamente infructuosas; sin embargo se le estaría dando al régimen venezolano un plazo para atender los planteamientos solicitados por 18 de los estados miembros.
Si Maduro no cumple con este plazo, posteriormente puede activarse el articulo 21 que reza:
“Cuando la Asamblea General sea convocada para una sesión extraordinaria y constate que se ha producido la ruptura del orden democrático del estado miembro, tomará la decisión de suspenderlo de la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios”.
Arria aseveró que una suspensión del régimen, implicaría la sanción política y moral de sus pares que concluyan que se ha roto la institucionalidad en el país, por lo que pasaría a ser considerado oficialmente como violador del orden democrático.
El diplomático aseguró que esto representaría un desafió a la Fuerza Armada Nacional (FAN) y a los poderes tanto Judicial, Electoral, Contralor y a la Fiscal general.
“Estarían sirviendo a un régimen apartado de la institucionalidad. Serían cómplices de semejante situación.Colaboradores de un régimen anti democrático”; sentenció.
En especial la fuerza armada que siempre destaca que es “defensora de la institucionalidad” estaría obligada a apoyar un proceso de rescate civil de la institucionalidad, lo cual es muy distinto a un golpe de Estado. O declararse ante la comunidad internacional como cómplices asociados al régimen, y cargar con las consecuencias eventuales derivadas de un narco régimen , con un prontuario de delitos de nivel olímpico.
El profesor Sabatini, por su parte, asegura que la OEA tiene varias opciones, y que la más radical es la que pide Almagro de suspender a Venezuela.
“Yo creo que la opción de Almagro debe ser la última, porque al romper relaciones con Venezuela quita muchas otras opciones de diplomacia y colaboración”; aseguró.
La estrategia tiene que ser buscar una manera de imponer costos. La OEA tiene que buscar pasos concretos: liberación de presos políticos, calendario electoral y tratar de mejorar la independencia de poderes. Pero la tendencia de Maduro no va a ser moderarse por sí mismo (…) Yo igual no creo que Maduro se modere sin costo, este un gobierno sumamente criminal y autocrático que no quiere soltar el poder.